ELECCIONES GENERALES

El ave fénix que se posó sobre Ferraz

Por Angie Rigueiro3 min

España09-03-2008

Habían sido malos tiempos para el PSOE. Felipe González, que había gobernado durante 14 años, perdía en 1996 las elecciones generales y el Partido Popular iniciaba su andadura en el Gobierno. Los socialistas decidieron apostar por Joaquín Almunia como líder del partido en el 2000. La derrota fue clara: José María Aznar consiguió mayoría absoluta.

El PSOE necesitaba un cambio radical. Para ello, nada mejor que un líder que transmitiera la idea de un PSOE renovado, lejos de la corrupción y el GAL que había marcado la última legislatura socialista. Para sorpresa de todos, Sin embargo, el 27 de octubre de 2002 el Comité Federal del PSOE anunciaba a Zapatero como candidato a la Presidencia del Gobierno. Comenzaron los años de oposición hacia un PP fuerte y consolidado. A todo ello se añadía el desconocimiento de la sociedad española hacia al nuevo líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. El primer objetivo: darse a conocer a los ciudadanos. La campaña de marketing fue un éxito: ZP. Zapatero Presidente. Muchos se reían de ese eslogan, pero sus creadores estaban satisfechos: el nuevo líder ya era reconocido por los españoles. Zapatero había dado un salto de vértigo en su carrera política. Desde que era estudiante de Derecho en la Universidad de León había tenido algo claro: luchar por llegar a formar parte de ese socialismo “sin rejas ni fronteras” que proclamaba Felipe González. El primer paso que dio el presidente del Gobierno en su andadura política fue formar parte de Juventudes Socialistas. Sus compañeros le conocían como el nieto del capitán Lozano, fusilado en agosto de 1936 por negarse a traicionar a la República. “Durante años, yo fui el nieto del capitán Lozano, era una especie de halo protector cuando comenzaba mi militancia, con 18 años, en las Juventudes Socialistas”, recordó Zapatero cuando anunció su candidatura a la secretaría general del PSOE. Zapatero fue elegido diputado en las elecciones generales del 22 de junio de 1986, convirtiéndose en el más joven de la Cámara. Revalidó su escaño en los comicios generales. “La primera vez que entré en el Congreso ocupé la tribuna, como integrante de la mesa de edad. Recuerdo que busqué con la mirada a Felipe González, Adolfo Suárez y Fraga... Eran los grandes referentes”, declaró Zapatero. Dieciocho años después y tras una dura oposición marcada por la Guerra de Iraq, el Prestige o el Yakolev-42 y por encima de todo los atentados del 11 de marzo, José Luis Rodríguez Zapatero, entraba en el Congreso en el 2004 como nuevo presidente del Gobierno. Se convertía en el primer presidente que conseguía llegar a la Moncloa en su primera candidatura. Ahora cuatro años después, José Luis Rodríguez Zapatero, aquel estudiante de Derecho que se quedaba admirado por el socialismo “sin rejas ni fronteras” de Felipe González, ha vuelto a recibir el respaldo de los ciudadanos confirmando así el resurgir de un partido que tras marcha del propio González recorrió una travesía en el desierto de la que pocos se imaginaban salir. Tras conocer resultados del 9-M que le daban como vencedor, el recién reelegido presidente compareció ante los cientos de manifestantes congregados ante la sede socialista de la madrileña calle de Ferraz, los mismos que hace cuatro años le gritaron aquello de “¡Zapatero, no nos falles!”. El líder socialista recordó aquellas palabras así como a la última víctima de ETA, el ex concejal de Mondragón Isaías Carrasco, asesinado el pasado día 7. También a los otros cuatro fallecidos por ataques terroristas durante los últimos cuatro años. "Hoy más que nunca creo en una España unida y diversa", afirmó a continuación Zapatero, quien terminó comprometiéndose a "defender con energía los valores constitucionales y de la convivencia" y a gobernar con “la mano firme y tendida” iniciando “una etapa sin crispación que busque acuerdos en temas de Estado”.