Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

PAÍS VASCO

La influencia de ETA se deja notar en la alta abstención

Por Elena GómezTiempo de lectura3 min
España09-03-2008

Mientras que la participación en toda España durante el 9-M supera el 75 por ciento del censo, en el País Vasco no alcanza el 65 por ciento. Eso significa 10 puntos menos de la media nacional y, además, son también diez puntos por debajo del 74, 97 por ciento registrado en las elecciones de 2004.

Una vez más, ETA quiso irrumpir y boicotear las elecciones generales con la violencia. Por ello la banda solicitó la abstención en los comicios después de que la Justicia impidiese concurrir a su marca electoral, ANV. En ese sentido y para materializar sus amenazas, los terroristas asesinaron al ex concejal socialista de Mondragón Isaías Carrasco, tiroteado cuando se dirigía a su trabajo. El ex dirigente socialista, que hacía dos años que había dejado la política activa, recibió cinco impactos de bala cuando se disponía a marchar rumbo a su trabajo en el peaje de Bergara en la autovía A-8. Antes de que arrancar su coche, un individuo se acercó y, a un metro y medio de distancia, le disparó cinco veces a través del parabrisas. Uno de los disparos impactó en la cabeza del ex edil, otro en el cuello, dos en el abdomen y un quinto en el brazo. El consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, informó que una segunda persona esperaba en un vehículo para la huida. El suceso ocurrió en la calle de las Navas de Tolosa, en la que vivía el ex edil vivía. Isaías Carrasco tenía 42 años y era padre de tres hijos. No llevaba escolta, al parecer se había negado a ello tras dejar la política. Instantes después de producirse el tiroteo, la mujer de Isaías Carrasco, Maria Ángeles, y su hija mayor, Sandra, acudieron al lugar del atentado y se abrazaron a él. La víctima, al parecer, pudo salir del coche, de ahí que en el lugar del atentado apareciese el charco de sangre de la víctima que se desplazó hasta el centro de la calzada. Los terroristas huyeron del lugar del atentado en un Seat de color gris, probablemente un modelo Córdoba, con la matrícula BI-7185-CN, aunque se desconoce si es auténtica o “doblada” y pertenece a otro vehículo. Un hombre vestido de negro, con barba postiza y la cara al descubierto fue reconocido como el autor material de los disparos. Según el parte médico, Isaías Carrasco ingresó en el servicio de urgencia del centro hospitalario “inconsciente e inestable desde el punto de vista dinámico”. A los pocos minutos entró en parada cardiorrespiratoria, que logró superar tras una primera reanimación. Posteriormente, sufrió una nueva parada cardiorrespiratoria, “volviéndose a realizar maniobras de reanimación avanzada, a las que el paciente no ha respondido”. La víctima falleció a las 14.40 horas el 7 de marzo de 2008. Mondragón, símbolo de la prosperidad económica del País Vasco, es también un espejo de las llagas abiertas de la sociedad vasca. La localidad está gobernada por Acción Nacionalista Vasca (ANV), formación de izquierda abertzale cuyos dirigentes, comenzando por la alcaldesa, Inocencia Galparsoro, no condenaron el asesinato de Carrasco. Las paredes del pueblo están cubiertas con carteles que piden la libertad para los presos vascos y la abstención en las elecciones generales, a las que ANV no ha podido presentarse por decisión de la justicia española, que la considera vinculada con Batasuna, formación política ya ilegalizada por ejercer como el brazo político de ETA. "Esto nos da todavía más ganas de ir a votar el domingo. Es nuestra revancha democrática contra esta mafia de ETA que ya no representa a nadie", aseguraba rabiosa Lola Álvarez, residente en la cercana ciudad de Vitoria. Por su parte, la hija de la víctima Sandra Carrasco aprovechó el funeral de su padre, un día después de su muerte, para llamar al voto masivo como “mejor homenaje” al tiempo que advirtió que no consentiría a nadie que manipulase el atentado. Sin embargo la participación el País Vasco ha estado diez puntos por debajo de la media nacional y diez puntos menos que hace cuatro años. Concretamente en Mondragón, la abstención superó el 40 por ciento.