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PACTOS POSTELECTORALES

El PSOE necesitará el apoyo de los nacionalistas pese a que pierden peso

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España09-03-2008

Pese a su victoria con 16 escaños de diferencia sobre el PP, el PSOE no logra la mayoría absoluta necesaria para gobernar en solitario. Es por ello que necesitará establecer acuerdos con partidos minoritarios para sacar adelante sus propuestas, pero eso sí, el arco parlamentario ya no es el mismo que el de la legislatura pasada.

Tanto el partido PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero como el PP de Mariano Rajoy aumentan ligeramente sus escaños en detrimento del resto de fuerzas. Precisamente quienes más pagan esta situación son dos aliados tradicionales del PSOE como IU y ERC. Ambos partidos pierden tres y cinco diputados respectivamente, o lo que es lo mismo, en lugar de ofrecer cinco y ocho apoyos a los socialistas en el Congreso, su aportación se queda en tres escaños cada uno. Es por ello que el Grupo Socialista tendrá que recurrir o bien a minorías simples en la Cámara Baja o a agudizar las negociaciones con el resto de fuerzas. Le hacen falta ocho diputados para llegar a la mayoría absoluta. Incluso si IU no apoyara al PSOE, solamente con el apoyo de los 11 diputados de CIU le valdría, puesto que son la tercera fuerza con más poder en el Parlamento y la única que no sufre la hegemonía de PP y PSOE. Las relaciones entre el partido del Gobierno y la formación nacionalista durante la pasada legislatura atravesaron diversos altibajos debido a cuestiones relacionadas con la política interna catalana, sin embargo, no se descartan colaboraciones entre ambos partidos en el futuro. Más difícil lo tendrá con UPyD que, en sus primeros comicios, consigue un diputado por Madrid mediante el cual pasará a integrarse en el Grupo Mixto. La líder de esta formación, que con solo seis meses de vida se ha convertido en la quinta fuerza más votada, es Rosa Diez, ex socialista, quien abandonó su anterior partido precisamente por sus desavenencias con Zapatero y en concreto por la negociación con ETA del presidente y sus relaciones con los nacionalistas. Estas cuestiones hacen pensar que será muy difícil ver a UPyD protagonizando pactos con el PSOE y cualquiera de los demás partidos minoritarios. El resto de formaciones con los que los socialistas podrán alcanzar acuerdos son el PNV, que presenta seis diputados (uno menos que el mandato pasado), CC con dos, NaBai, con uno y BNG, que repite con dos. Es precisamente el carácter nacionalista e independentista de todas estas formaciones las que consuelan al PSOE. MÁS DIFICIL PARA EL PP La razón es que el PP, a excepción de UPyD, lo tendrá muy difícil a la hora de establecer acuerdos con el resto de fuerzas con las que impedir las iniciativas socialistas en el Congreso. A lo largo de los últimos cuatro años los populares también han criticado con dureza el excesivo peso de los nacionalistas. Su férrea oposición al Estatuto catalán le granjeó enemistades difíciles de reconciliar con partidos como CiU, antiguamente socio de Gobierno del PP. Con motivo de las pasadas elecciones autonómicas en Cataluña, el líder de la coalición nacionalista, Artur Mas, firmó ante notario su compromiso de no pactar con los populares. Por su parte, antes, ERC promovió con el Gobierno el llamado Pacto del Tinell, que tenia por objeto también aislar al PP. En la actualidad, las relaciones con el PNV, BNG e IU tampoco son buenas, así como con NaBai, rival político de la marca popular en Navarra, UPN. La última oportunidad que le quedaría al partido de Mariano Rajoy sería CC, antiguo colaborador del Gobierno de Aznar y que en la actualidad gobierna con el PP en el Ejecutivo autonómico de Canarias. Sin embargo, el escañó de UPyD y el de CC son a todas luces insuficientes para plantar cara a los socialistas.