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MEDIO AMBIENTE

El frío acosa a la Península pero las reservas de agua disminuyen

Por María ReyesTiempo de lectura2 min
Sociedad09-03-2008

La primavera casi ha llegado y sin embargo las temperaturas no acompañan esta nueva estación. El frío polar ha vuelto haciendo sacar del armario de nuevo abrigos y bufandas a aquellos que ya los habían guardado esperanzados tras pocos días de calor, de cielos despejados y temperaturas primaverales.

La Península Ibérica y las islas Baleares se han visto afectadas por un temporal ártico que en tan sólo las 24 horas sucedidas desde la madrugada del martes 4 de marzo ha bajado las temperaturas hasta ocho grados. El frío se ha visto potenciado por un fuerte viento que ha llegado a alcanzar 70 kilómetros por hora y que ha sido aún más fuerte en determinadas zonas del norte de España donde algunas poblaciones incluso se han visto afectadas por corte de electricidad y de la comunicación con algunas carreteras dificultando el tráfico. Sin embargo, el temporal no ha tenido consecuencias graves y ha sido necesario tomar medidas en Menorca donde la Dirección General de Protección Civil ha tenido que activar la alerta por vientos fuertes debido a que estos alcanzaron los 100 kilómetros por hora. Pero aunque el frío ha molestado bastante en los últimos días, la lluvia sigue sin aparecer, y el agua de los embalses continúa decreciendo en España. Según el último informe del ministerio de Medio Ambiente, el día 26 de febrero las reservas hidráulicas guardaban casi 25.000 hectómetros cúbicos, esto es que sus embalses se encontraban a menos de un 45 por ciento de su capacidad total. Gracias a las abundantes precipitaciones producidas a finales del mes ésta aumentó hasta poco más del 48 por ciento por lo que no han bastado para solucionar la situación, ya que las reservas continúan sin llegar ni siquiera a la mitad. La escasez de agua preocupa sobre todo teniendo en cuenta que el problema continúa creciendo con respecto a años anteriores. La media de la capacidad ocupada de los embalses durante esta última década se ha situado por encima del sesenta por ciento, bajando por tanto la actual, más de 15 puntos. En la Península, la reserva hidráulica que se encuentra en peor situación es la de la cuenca del Segura que no llega ni siquiera al veinte por ciento mientras que en el extremo opuesto se encuentra la del País Vasco que está casi repleta.