EE.UU.
Obama y Hillary empatan de nuevo en las primarias demócratas
Por Iara Mantiñán1 min
Internacional09-03-2008
Esta es la primera vez en ocho años que los demócratas tienen una posibilidad real de llegar a la Casa Blanca y están más divididos que nunca. Tan divididos que podrían llegar sin candidato claro a la convención de agosto, el peor de los guiones posibles.
Barack Obama ganó recientemente los caucus de Wyoming pero no han despejado el camino para ninguno de los dos candidatos, quienes protagonizan una reñida batalla electoral desde que comenzaron las primarias, el pasado 3 de enero. La siguiente cita entre los participantes es el martes, en las primarias de Misisipi, donde Obama también parte con ventaja, dada la gran comunidad afroamericana de allí, según los analistas. Las últimas victorias de Hillary Clinton han conseguido frenar la marea Obama pero no se han traducido en una clara diferencia en delegados, debido al sistema proporcional. La senadora ha acortado distancias sólo en 5 o 15 delegados. Clinton ha logrado sobre todo dos cosas: sembrar dudas sobre su rival y evitar que una tanda de superdelegados (responsables del partido que pueden votar a quien quieran) se pronuncien a favor de Obama. En los caucus de Wyoming había en juego 12 delegados, que irán a la Convención Demócrata en Denver (Colorado), donde se proclamará al candidato demócrata que se enfrentará al candidato republicano, el senador por Arizona, John McCain, en las elecciones de noviembre. De esta manera, Obama cuenta ahora con 1.527 delegados y Clinton con 1.428. En total se necesitan 2.025 delegados para conseguir la candidatura demócrata. La clave son los superdelegados Los superdelegados se han convertido en la clave. Matemáticamente nadie podrá ganar sin su apoyo. Pero estos 796 superdelegados no quieren asumir la responsabilidad de desempatar unas elecciones que han alcanzado récords de participación entre los simpatizantes. Su decisión podría causar tremendas fracturas en el partido. Acosados por ambas campañas, muchos han desconectado sus teléfonos, a la espera de la decisión de las urnas... que podría no llegar.