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POLÉMICA ARQUEOLÓGICA

Las dos partes del caso Odyssey deben llegar a un acuerdo

Por LaSemana.esTiempo de lectura1 min
Cultura07-03-2008

El juez estadounidense encargado del caso que enfrenta al Gobierno español con la compañía estadounidense Odyssey Marine Exploration ha ordenado a las partes a resolver sus diferencias, de lo contrario, se verá obligado a adoptar él mismo una decisión. El juez Merryday de Tampa (Florida) ha dado el visto bueno a España, y no dejará que la empresa le pida daños.

En una vista celebrada la pasada semana en este distrito de Florida, los abogados que representan a las dos partes volvieron a poner sobre la mesa sus diferencias ante el magistrado Mark Pizzo. Mientras el abogado de Odyssey, Allen Von Spiegelfeld, sostuvo que la empresa ha remitido a España toda la información de la que dispone sobre el barco, como ordenó el juez, el letrado que representa al Ejecutivo español, James Goold, aseguró que la empresa aún no ha facilitado información sobre el pecio. La justicia de Florida ordenó en enero pasado a Odyssey que proporcionara al Gobierno español, en el plazo de 14 días, la localización exacta del pecio del que la empresa recuperó medio millón de monedas de plata y oro, valoradas en más de 300 millones de euros, así como la identificación del barco y otros datos sobre el tesoro hallado. Por su parte, la compañía de exploración siempre ha asegurado que desconoce el nombre o la nacionalidad del buque y afirma estar dispuesta a proporcionar al Ejecutivo español documentos gráficos sobre el lugar donde se encuentra el pecio una vez que se le garantice la protección de sus derechos sobre el yacimiento. De momento, la información aportada sobre el pecio es insuficiente, según el abogado del Gobierno de España. Desde el momento de la extracción del cargamento de monedas del pecio, en mayo de 2007, la empresa se había negado a otorgar ningún tipo de información sobre la identidad del buque o buques objeto de esa extracción o sobre la localización exacta en la que se había producido la operación. El único dato que dio fue que el hallazgo no se había realizado en aguas jurisdiccionales de ningún país.