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ROJO SOBRE GRIS

Veredicto: heridas

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
Opinión10-03-2008

El Partido Popular puso a las mujeres en el centro de la imagen política, asignándoles cargos de responsabilidad. Renovó la imagen de las campañas electorales actualizando la sintonía oficial, el logo, las puestas en escena, la indumentaria de sus candidatos y la edad de los mismos. Fue hace 12 años. Hoy, el Partido Socialista le ha tomado una clara ventaja. La balconada con la que se cierra la jornada electoral, ese paseíllo que los candidatos hacen para comunicarse con su militancia y con los medios de comunicación, ha puesto de relieve esa necesidad de renovación en el PP, que necesita un buen equipo de comunicólogos y publicistas sin el que ya no se puede uno lanzar al ruedo de la cosa pública. Sin ideas está claro que sí: se puede hasta ganar haciendo parecer que sí se tienen. El veredicto está claro: la victoria es del PSOE. Así han decidido que sea los españoles. Han enviado al matadero a Izquierda Unida y a Esquerra Republicana, y los partidos nacionalistas han perdido votos. Cataluña se convierte en la clave de bóveda de la gobernabilidad y en la gran cuenta pendiente del PP. Yo no entiendo muy bien qué gusta tanto de Zapatero. Esta sociedad cada vez más perdida, más desequilibrada, menos formada, más hedonista y menos profunda está generando grandes conflictos que asoman la cabeza. Es más fácil abortar que sanar estas heridas mal diagnosticadas. Ni la violencia hacia las mujeres es consecuencia directa de la desigualdad, ni los hijos de separados y divorciados tienen por lo general la estabilidad que los de matrimonios estables, ni la sexualidad es algo que se elige, ni el horizonte real de la política de un partido puede ser atender especialmente a los que no tienen de todo. Queda bonito terminar una comparecencia con algo así. A mí me parece tan cursi como la historia de la niña de Rajoy, pero es verdad que con quienes jamás han escuchado o leído un gran discurso y en una sociedad donde pocos se preguntan por la verdad, la demagogia funciona. Esto no es serio, pero funciona. El PP se encuentra en una encrucijada: o dar también pan y circo; mandar los límites morales al vertedero más cercano y conseguir estar en igualdad de condiciones, lo cuál es una posibilidad, o ser un partido de principios y serlo sin temor. Llegará un día en que sea necesario, en que habrá que volver a la pregunta sobre la verdad del hombre, porque esta sociedad se encamina a una estructura generadora de frustración, falta de autoestima, inseguridades y dramas humanos más graves, si cabe, que el hambre en le mundo. Tiempo al tiempo. Rojo sobre gris a la labor callada y silenciosa de quienes ya hoy curan las heridas de los hijos de esta sociedad desquiciada y sin rumbo.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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