ANÁLISIS DE ESPAÑA
Y ahora qué
Por Alejandro Requeijo3 min
España09-03-2008
Ya está. Definitivamente todo se ha acabado para él. Mariano Rajoy volverá a disfrutar de la vida como registrador de la propiedad alejado de los vaivenes de la política. El líder popular deja atrás una larga trayectoria –cinco Ministerios y cuatro años en la oposición - que ya la quisieran muchos futuros presidentes del Gobierno. Sin embargo, su historia ha sido más bien la del antihéroe. Lo que pudo ser y nunca fue por un error que él no cometió. Su nombre, como el de muchos otros, estará siempre marcado por aquel aciago 11 de marzo tras el que los españoles no votaron contra él sino contra Aznar, que ni siquiera se presentaba. Pero ese ha sido quizá el principal error de Rajoy, el no haber sabido nunca estar por encima de su partido y todo lo que ello significaba. Es también una de las características que le han diferenciado de su rival. Con el tiempo, Zapatero se ha ido haciendo un PZOE a su medida, llegando a discrepar en ocasiones con Felipe González, marginando a pesos pesados como Alfonso Guerra y el guerrismo, quitándose de en medio voces discrepantes que van desde Bono y Maragall o Manuel Marín hasta Rosa Diez o Paco Vázquez, rodeándose de personas de su confianza, las mismas que en su día le auparon contra pronóstico a la Secretaría General del partido y otros que llegaron después y que ni siquiera tienen el carné socialista como De la Vega, Solbes o José Antonio Alonso. En cambio Rajoy tardó mucho en deshacerse –si es que lo hizo alguna vez - de la sombra de Aznar, no supo reciclar personajes y políticas que los ciudadanos ya habían castigado aquel 114-M. Tan sólo se atrevió con Gallardón, precisamente por las presiones ejercidas desde del núcleo más conservador de su partido que al final le ha hecho la cama. Atrás quedan cuatro años de oposición desacertada en la que los españoles sólo han podido disfrutar del verdadero Rajoy en contadas ocasiones. Demasiado tiempo anclados en la batalla perdida del 11-M alimentando teorías conspiranoicas de las que luego se han intentado desmarcar. Demasiadas críticas al Estatuto catalán al grito de “España se rompe” mientras auspiciaban un texto similar en Andalucía. Saltándose los límites en las críticas a la política antiterrorista del Gobierno que al final también se han vuelto en su contra. Todo para terminar la legislatura recurriendo a la Economía con otro discurso catastrofista. ¿Las ideas claras?. A lo largo de su mandato Zapatero ha cometido errores y no ha solucionado algunos de los problemas sociales como el de la vivienda. En Europa, España sigue siendo un país de segunda. Los nacionalistas han tenido más peso del que deberían y la negociación con ETA fue un fracaso. Pero el veredicto de las urnas ha sido el que ha sido y eso demuestra que algo se ha hecho mal en la oposición. Y ahora qué. De momento cuatro años más para Zapatero en el que cambiarán pocas cosas, quien sabe si se repetirán errores. Pero en el PP tampoco se atisban grandes cambios. Rajoy dimitirá más pronto que tarde y por fin su partido escenificará la guerra de sables que desde hace tiempo lleva librando entre bastidores. Los populares convocarán un Congreso en el que Esperanza Aguirre parte como la mejor situada. A buen seguro que sectores del partido tratarán de evitar su ascenso al liderazgo de la formación, pero la presidenta madrileña ya lleva mucho tiempo trabajando en ese deseo que nunca ha ocultado. Prueba de ello es la campaña paralela que ha desarrollado en las últimas semanas. Empezó con la encerrona a Gallardón tras la que el alcalde, su máximo rival, quedó herido de muerte y terminó anticipando la derrota de Rajoy. De producirse este extremo –nunca mejor dicho- el PP demostrará una vez más no haber aprendido la lección por segunda vez. El viaje al centro seguirá en la lista de asuntos pendientes y sus cerca de diez millones de votantes seguirán siendo insuficientes para ganar unas elecciones. Desde el PSOE ya se frotan las manos, su discurso de aislamiento al PP seguirá estando justificado y la tensión durante toda la legislatura asegurada.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio