La Asamblea de Madrid fue como una caja de sorpresas el martes pasado: nadie se creía lo que estaba ocurriendo. Los socialistas observaban atónitos como se les escapaba la Presidencia de la Asamblea mientras los populares la obtenían como caída del cielo. Todos los diputados se asombraban excepto dos del PSOE, que ya se encontraban lejos de las iras de sus compañeros de partido: Eduardo Tamayo y Teresa Sáez.
El Partido Popular (PP) y el Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezquerra (PSE-EE) no pactarán para gobernar la Diputación Foral de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, por lo que los socialistas se situarán en la oposición.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, descartó ante el pleno del Congreso la destitución del ministro de Defensa, Federico Trillo, solicitada por el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, así como la constitución de una comisión de investigación parlamentaria, como le pidió el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a raíz del accidente aéreo que costó la vida a 62 militares españoles en Turquía.