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MARRUECOS

Palacio y Benaissa acuerdan restablecer las relaciones bilaterales

Fotografía
Por Noelia Hernández MartínTiempo de lectura2 min
España11-12-2002

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, y su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa, se reunieron el pasado miércoles en Madrid para recuperar el diálogo y restablecer las relaciones bilaterales. Este encuentro supone el punto de partida hacia el final de la crisis.

La tensión entre ambos países parece haber tocado fondo. La retirada del embajador marroquí, la crisis de Perejil, el incidente de la avioneta de Tele 5 que sirvió como pretexto para suspender una reunión entre ambos ministros, la reivindicación marroquí de Ceuta y Melilla, el problema del Sáhara Occidental y las tensiones derivadas de la pesca y la inmigración. Todo este cúmulo de acontecimientos y desavenencias han producido una crisis que dura más de un año. Sin embargo, la distensión, esta vez, parecía posible y así fue. Palacio y Benaissa tenían la voluntad necesaria para sentarse a hablar y entrar en razón. La reunión de más de cuatro horas que mantuvieron los ministros a solas y con su respectivas delegaciones concluyó con un comunicado conjunto en el que se comprometieron a restablecer las relaciones sobre una base "sana, clara y coherente" y para ello, crearán grupos de trabajo sobre los problemas que distancian a ambos países. Estos grupos se reunirán próximamente para intentar dirimir todas las diferencias. Palacio afirmó que el objetivo del encuentro, el restablecimiento de la confianza, fue alcanzado y ahora falta que estos grupos de trabajo y la plataforma del entendimiento resuelvan las desavenencias entre ambos países. La reunión sirvió para sentar las bases hacia unas buenas relaciones bilaterales, pero no se decidieron asuntos específicos como la vuelta de los embajadores. Palacio aseguró que "volverán, evidentemente, porque hay una voluntad de restablecer esas relaciones al nivel que le corresponden" y "el marco jurídico que es el Tratado de Amistad, de Buena Vecindad y de buena Cooperación, no se entiende sin unas instituciones que la acompañen, y esas instituciones son los embajadores". No obstante, la ministra advirtió que el buen clima de la reunión no significa que todas las diferencias hayan pasado a la historia. De hecho, el comunicado señala que el encuentro sirvió para hacer un "inventario crítico y detallado" de las diferencias hispano- marroquíes. Una de los problemas que separan a ambos países es la reivindicación marroquí de Ceuta y Melilla. Este asunto estuvo presente en la reunión. Benaissa lo puso sobre la mesa, pero España se muestra inamovible en su decisión. No cederá estas comunidades al país vecino. Sobre el futuro del Sáhara Occidental -otra de las preocupaciones marroquíes, ya que reivindica la soberanía de este país- Palacio declaró que España está dispuesta a abordar el asunto con Rabat en su próxima entrada al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Palacio y Benaissa se verán las caras de nuevo a principios de enero en Rabat en un intento más por restablecer las relaciones.