FÚTBOL
Los españoles: una fortaleza demasiado débil
Por Roberto J. Madrigal2 min
Deportes12-12-2002
Los equipos españoles que se clasificaron la pasada temporada para la Copa de la UEFA: Alavés, Betis y Celta, cayeron eliminados en cuanto les tocaron en suerte rivales de entidad. Tan sólo el Málaga, que entró en la competición al ganar en julio la Intertoto, ha ido creciendo en la competición hasta eliminar a un equipo de renombre, el Leeds inglés.
El Betis no tuvo mayor problema para pasar las primeras rondas contra dos equipos desconocidos, el Zimbru Chisinau –de Moldavia– y el Viktoria Zizkov, de la República Checa, contra los cuales saldó sus partidos por victorias. Sin embargo, la historia cambió con el final de la primera fase de la Liga de Campeones. La entrada en el bombo del Auxerre provocó un cruce mucho más igualado contra los franceses: así, los de Víctor Fernández tuvieron que trabajarse en la ida una pobre ventaja (1-0), pero un horroroso partido de vuelta en el estadio Abbé Deschamps condenó al conjunto bético a la eliminación. El Celta de Vigo, en cambio, vio truncado su camino cuando más merecía, por su juego, entrar en el grupo de escogidos. Los gallegos apearon primero al Odense danés, aunque sufrieron más de lo debido en la vuelta, y después hicieron lo propio, resolver con una goleada en Balaídos en la ida, la eliminatoria contra el Viking noruego. Ahora bien, el Celtic de Glasgow acabó con el sueño de los de Miguel Ángel Lotina: los escoceses secaron a los delanteros vigueses en el Celtic Park, y noquearon a su rival español en la vuelta con un gol de Hartson, que hizo inútiles los esfuerzos del Celta. El Deportivo Alavés remató un papel mucho más breve que en su anterior aparición en la UEFA, con un intenso sabor agridulce... y turco. Primero visitaron el país otomano para medirse al Ankaragücü, del que se deshicieron con comodidad en la vuelta, pero no pudieron repetir la papeleta contra el Besiktas, el equipo más fuerte de la presente temporada en Turquía. El empate (1-1) de la ida en Mendizorroza se interpretó como un mal presagio, y así fue: un gol de Ilhan Mansiz en Estambul torpedeó las posibilidades que tenía el conjunto de Mané de volver a ser la sensación en Europa. Ese papel lo deberá refrendar el Málaga, que en su primera aventura europea está dando una alegría a sus aficionados. En la Costa del Sol se dan con un canto en los dientes con todo lo que consigan los de Joaquín Peiró, y sin miedo de caer eliminados, el conjunto boquerón se ha ido deshaciendo de rivales cada vez más poderosos. Primero fue el Zeljeznicar bosnio, que no le facilitó el debú, y luego el Amica Wronki polaco, con dos triunfos cortos, antes de dar la campanada en Elland Road y graduarse en la UEFA eliminando al Leeds de un cada vez más discutido Terry Venables. Ahora le espera el AEK de Atenas.