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Una trayectoria llena de conflictos

Por Ana María RiazaTiempo de lectura1 min
España23-12-2001

La dimisión del líder socialista vasco, Nicolás Redondo Terreros, no es más que el culmen de una trayectoria política plagada de altibajos.

El pasado fin de semana, Nicolás Redondo Terreros puso fin a su cargo como secretario general del PSE-EE, iniciado en octubre de 1997. A lo largo de estos cuatro años, su línea política ha dado bandazos en todas direcciones. Ya en 1998 el partido que lideraba quedaba fuera de toda afiliación entre partidos vascos: el 12 de septiembre -y tan solo cinco días antes del alto al fuego de ETA- se firmaba en Estella el pacto Lizarra, integrado por PNV, HB, IU y EA, entre otros. Para entonces, su dirección contaba con un apoyo del 59 por ciento. En el congreso celebrado en noviembre de 2001, había bajado ya hasta el 51 por ciento. Pero no es hasta la celebración de las elecciones autonómicas del pasado 13 de marzo, que las tiranteces dentro del propio partido se hacen patentes. Y es que han sido numerosas las ocasiones en que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, recomendaba al ex líder del socialismo vasco que moderase su discurso antinacionalista. Asimismo, el líder del denominado "sector vasquista" del PSE-EE, Jesús Egiguren, le acusaba de "seguidismo de la línea planteada por el Partido Popular”. Éste acercamiento entre ambas ideologías se materializó en las urnas con la pérdida de un escaño en el Parlamento de Vitoria, en detrimento del nacionalismo vasco. La dimisión de Redondo ante la Ejecutiva ha pillado de sorpresa a la mayor parte de los miembros de la dirección. Aunque tal y cómo se manifestaron los dirigentes de Izquierda Unida (IU) al conocer la dimisión de Terreros: "Era una dimisión anunciada".