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DOPAJE

El contraanálisis hunde a Guardiola

Por David del OlmoTiempo de lectura2 min
Deportes07-12-2001

Tan sólo unos días después de su regreso a la selección española, que venció a México, con Guardiola de titular por primera vez desde su llegada al calcio, el Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI) informó del descubrimiento en la orina del jugador de metabolitos de nandrolona, restos de la sustancia en su orina: norandrosterona en un nivel superior al permitido, dos nanogramos por mililitro, y noretiocolanolona).

La sustancia, un anabolizante que sirve para aumentar la fuerza física y acelerar la recuperación muscular, no la necesitaba Guardiola por sus características y porque es un jugador veterano. El control había sido realizado en la octava jornada del campeonato italiano, en la que debutó Guardiola. Según el reglamento antidopaje italiano, Pep fue suspendido inmediatamente de forma cautelar. Dos semanas más tarde, en un partido contra el Lazio, también fue elegido para someterse al control antidopaje, y volvió a dar de nuevo positivo. El jugador creía en esta posibilidad, ya que entiende que le ayuda a mantener su inocencia, pues ha seguido tomando las mismas vitaminas que tomaba en Barcelona. Además, ha afirmado: "o demuestro mi inocencia, o me retiro". Demostrarlo lo tendrá muy complicado, porque no pretende una reducción de la sanción de dos años que implica el positivo. Guardiola pide ser declarado totalmente inocente, y una sanción no entra en sus planes para continuar en el fútbol. Además, se perdería el Mundial de Japón y Korea, para el que era uno de los hombres de confianza de José Antonio Camacho. El milagro podía haber ocurrido en el contraanálisis realizado en Roma, pero la noticia se confirmó, y, según su representante Josep María Orobitg, el jugador "está roto". Aunque Guardiola se mantiene firme: "Me pueden hacer treinta mil contraánalisis y yo me seguiré sintiendo inocente". Ahora emprenderá el camino judicial, como ya han hecho otros deportistas, aunque como norma en deportes menos masivos que el fútbol. Ha contratado dos abogados, uno italiano, por conocer la legislación del país, y otro holandés (Cor Hellingmann, el defensor de Frank de Boer hace poco más de seis meses) para demostrar su inocencia. Los tribunales lo pueden llevar a la absolución o la declaración de culpabilidad, que le acarrearía una sanción de entre 4 y 24 meses de inactividad deportiva, contados a partir de la suspensión cautelar.