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CRISIS ECONÓMICA

Argentina busca una salida que evite la suspensión de pagos

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía09-12-2001

Argentina no ha cumplido lo que se le exigió. En esto se escuda el Fondo Monetario Internacional (FMI) para negarle un préstamo de 1.264 millones de dólares (236.368 millones de pesetas). El FMI ha arrastrado al Banco Mundial (BM), que también se ha negado a socorrer a Argentina, con lo que las opciones de este país para hacer frente a la crisis se reducen a unas pocas medidas drásticas e impopulares.

La concesión del préstamo del FMI se hallaba supeditada a dos condiciones: que Argentina limitase su déficit anual a 6.500 millones de dólares (1,2 billones de pesetas), y que alcanzase un pacto nacional para aprobar el presupuesto general del año que viene. El país sudamericano no ha conseguido ni lo uno ni lo otro, ya que su déficit anual ha crecido un 33 por ciento más de lo fijado, y entre tanto empresarios y sindicatos siguen tirándose los trastos a la cabeza. Según el portavoz del FMI, Thomas Dawson, Argentina ha demostrado su "incapacidad" para alcanzar los objetivos fiscales acordados. Con esta afirmación, el FMI ha justificado el bloqueo de otro crédito de 650 millones de dólares (más de 37.000 millones de pesetas) que el BM tenía previsto conceder a Argentina. El ministro de Economía, Domingo Cavallo, ha viajado a Washington para intentar reanudar las negociaciones con el FMI, y éste le ha exigido que endurezca aún más los recortes de gastos. "Ahora vamos a poder avanzar", ha asegurado Cavallo. Sin dinero para financiar los intereses de la deuda pública, al Gobierno argentino le quedan pocas salidas que le libren de declarar la suspensión de pagos. Una de ellas es la devaluación del peso, que Cavallo, ha tildado de "impensable, porque el dólar no se puede devaluar y el peso es canjeable en dólares". Descartada ésta, la siguiente solución es la dolarización, es decir, adoptar definitivamente el dólar como moneda oficial. Esta opción tienta a Cavallo, que ha manifestado que los argentinos pueden "elegir la moneda que quieran". Pero, de momento, el Gobierno ha recurrido a los fondos de pensiones privados, convirtiéndolos obligatoriamente en títulos de deuda pública garantizados. Mientras, intenta salir del bache mediante una oferta de canje de bonos de la deuda pública: ha ofrecido a los titulares que cambien sus bonos por otros con un interés más bajo (siete por ciento como máximo) pero a la vez más seguro. Si los inversores no se acogen a esta medida, corren el riesgo de quedarse sin cobrar.