Las grandes empresas españolas han corrido una suerte desigual en este año crítico. Si observamos el caso de Telefónica, ha conseguido crecer y obtener beneficios gracias a sus negocios en Latinoamérica. Sin embargo, Repsol YPF se ha visto afectada por la caída de los precios internacionales del petróleo y el gas.
La Generalitat catalana ha aprobado otro Expediente de Regulación de Empleo (ERE), esta vez corresponde a la empresa automovilística Nissan. Este ERE afectará a 698 empleados en la fábrica situada en Barcelona. De todos los despidos, 150 cuentan con el compromiso de volver a ser contratados si se cumplen las expectativas de volumen de trabajo que la marca nipona tiene previstas.
La puesta en marcha del Plan 2000-E (una subvención para la compra de coches costeada por el Estado, las comunidades autónomas y los concesionarios) ha reactivado las ventas de automóviles. Sin embargo, el hecho de tener que adelantar el coste de la ayuda antes de cobrarla ha afectado a la liquidez de los vendedores.