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INMIGRACIÓN

El deseo de emprender una nueva vida, característica común de todos los inmigrantes

Por Aida Martí SinibaldiTiempo de lectura1 min
Sociedad13-01-2004

Abandonan su país natal buscando un futuro mejor para sus hijos y para ellos mismos. Muchos son los que intentan llegar a España y regularizar su situación pero tan solo unos pocos lo consiguen. Actualmente, residen legalmente en España 1,5 millones de extranjeros. Otros 600.000 lo hacen de forma irregular.

El proyecto de vida que el inmigrante pretende comenzar una vez instalado en España está condicionado por muchos factores. La diferencia de culturas, su cualificación laboral, la situación socioeconómica actual y las condiciones del mercado de trabajo son algunas de ellas. El perfil del inmigrante que llega a España es diverso. El menor procede de una familia con escasos recursos económicos aunque ha podido cubrir sus necesidades básicas. Suele ser de nacionalidad marroquí y su edad ronda los 16 años. Su nivel de formación es básico, es decir, apenas sabe leer y escribir en su propia lengua. Al llegar a España desconoce el idioma. Su religión suele ser la islámica. Las mujeres se dividen en dos grandes grupos. Las que vienen por iniciativa propia normalmente no están casadas. Su nivel cultural viene marcado por varios años de formación académica en su país de origen. Están más expuestas a la explotación de cualquier tipo. En cambio, las mujeres casadas que llegan a España se consideran inmigrantes pasivas ya que acompañan a sus maridos. En general, el inmigrante considera que su decisión ha sido correcta y es optimista en cuanto al futuro porque piensa que su situación mejorará a la larga. No hay que olvidar que ha dejado atrás una vida que pretende retomar en otro lugar y que muchas veces se le presenta muy difícil, pues la inseguridad y la incertidumbre son algo muy presente. En muchos casos, el racismo y la xenofobia agravan la situación de estas personas.