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EE.UU.

El Supremo autoriza a Bush a no publicar los nombres de los detenidos tras el 11-S

Por Miguel MartorellTiempo de lectura1 min
Internacional17-01-2004

Los 23 grupos defensores de las libertades civiles que presentaron las alegaciones consideraban que las detenciones secretas violan la Ley de la Libertad de Información y contravienen los derechos constitucionales sobre la libertad de expresión, garantizados en la Primera Enmienda.

Sin embargo, su apelación fue rechazada por el Tribunal Superior de Justicia norteamericano al considerar que la difusión de los nombres de los detenidos podría poner en peligro la seguridad nacional y ayudar a "aquellos que pretendan preparar ataques terroristas en el futuro o intimidar a los testigos en la presente investigación". Aunque los miembros del máximo tribunal estadounidense, con su decisión, dejan vigente el fallo de la corte de apelaciones que decidió sobre el asunto anteriormente, no se desinhiben de la disputa, y estudiaran otras reclamaciones presentadas acerca de la legalidad de la detención de ciudadanos capturados en el extranjero y declarados "combatientes enemigos", en la base militar de Guantánamo, Cuba. Los demandantes aseguran que el Gobierno de EE.UU. apresó a entre 700 y 1000 extranjeros, principalmente de países árabes y musulmanes, basándose en pruebas insuficientes acerca de posibles actividades terroristas y luego. Según estas asociaciones, tras comprobar su inocencia, las autoridades estadounidenses les deportaron argumentando que habían violado las leyes de inmigración. El número exacto de detenidos y los centros de reclusión donde son mantenidos se desconocen todavía, puesto que el Gobierno norteamericano impide el acceso tanto a los informes de las autoridades migratorias, como al nombre de los presos. Sólo uno de los detenidos ha sido acusado como cómplice en los atentados del 11-S, el francomarroquí Zacarías Mossaoui, quien fue capturado en agosto de 2001, un mes antes de los atentados.