La ayuda humanitaria llega a Irán tras el terremoto

Por Sandra Carretero2 min

Sociedad28-12-2003

Los equipos de rescate intentan desde el sábado localizar personas con vida entre los escombros o cadáveres para ser enterrados. Irán sigue pidiendo la ayuda internacional y necesita que envíen medicinas y equipos de salvamento, pero no voluntarios.

El ministro de Salud iraní, Masud Pezesjián, ha pedido a la comunidad internacional que envíen al país medicinas y equipos de salvamento, aparatos de ventilación o aparatos de radiografía portátiles para facilitar y colaborar en las labores de rescate tras el gran terremoto que ha sacudido el sureste de Irán. Se calcula que el seísmo ha acabado con la vida de más de 22.000 personas y otras 30.000 han resultado heridas. La ayuda internacional ha comenzado a llegar a Irán desde el sábado, procedente de una veintena de países, según ha afirmado Madeleine Mulin, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU. Los equipos de rescate internacionales escarban desde el sábado esperando encontrar supervivientes mientras que los cementerios están desbordados. Sólo el sábado, los equipos de rescate alemanes consiguieron salvar la vida de unas veinte personas que se encontraban atrapadas entre los escombros, pero es una pequeña excepción porque la mayoría de los equipos de rescate sólo han encontrado muertos. El aeropuerto de Bam, la ciudad más afectada, ha sido transformado en un gran hospital improvisado, los socorristas transportan camillas con heridos. Piedras, bolsas de sangre vacías y jeringas usadas están tiradas por el suelo mientras, aviones militares y civiles iraníes efectúan puentes aéreos para transportar a las víctimas hacia los hospitales de la región y de la capital del país. El Gobierno español ha enviado plantas potabilizadoras de agua y hospitales de campaña. Por otra parte, un equipo formado por cinco bomberos guía y perros de las unidades caninas de Huelva, Córdoba y Málaga y tres miembros del SAMU de Sevilla han viajado a Irán para colaborar en las labores de búsqueda de supervivientes. A falta de un avión fletado por el Gobierno, los voluntarios españoles han viajado en un avión comercial financiados por la ONG Bomberos sin fronteras.