El presidente de EE.UU., George W. Bush, afirmó la semana pasada a una periodista israelí que tenían que "deshacerse" de Yasir Arafat. Estas declaraciones suponen un cambio de 180 grados en la política del país norteamericano con respecto al conflicto de Oriente Próximo.
Sólo un día después de que el general Pervez Musharraf, presidente de Pakistán, anunciara que dejará la Jefatura de las Fuerzas Armadas a finales de 2004, tal y como le viene reclama la oposición, dos fuertes explosiones se registraban al paso de la comitiva presidencial en Rawalpindi, lugar de residencia de Musharraf.
El director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, visitará Libia con un equipo de expertos para verificar el desmantelamiento de los programas nucleares para fines militares, prometido por el presidente Gadafi.
La donación estaba prevista para realizarse hace meses pero Washington la bloqueó. Existía la duda de si el alimento llegaría a las personas realmente desfavorecidas.