LOTERÍA
La suerte se reparte por casi toda España
Por Alejandra Linares-Rivas-La Semana2 min
Sociedad22-12-2003
Los afortunados en vociferar el premio gordo del sorteo de Navidad, el 42.473, fueron Jorge Iván García y Karim Chegüi, originarios de Colombia y Argelia, respectivamente. La cantidad del primer premio, que era de dos millones de euros por serie, ha sido compartido por agraciados de varias localidades de Levante, Galicia, Baleares, País Vasco, Castilla la Mancha y Lérida.
De las 190 series del segundo premio, 185 fueron vendidas en Santa Pola, Alicante, en la Administración 1. El total de 178 millones de euros que ha recibido esta localidad correspondieron al número 24.635. Las cinco series restantes se vendieron en Castellón, Torrejón de Ardoz (Madrid) y Puerto Llano (Ciudad Real), donde los 2.880.000 euros están muy divididos en pequeñas participaciones. La mayoría de quienes han sido agraciados con el segundo premio son personas que llevan muchos años jugando el mismo numero. Éste es el caso de un castellonense cuyo padre estaba abonado al 24.635 y que, al morir, pasó la tradición a sus hijos. El tercer premio, el número 13.911, se vendió en Barcelona, Manresa (Barcelona), Madrid, Málaga, Palencia, Bilbao, Jerez de la Frontera (Cádiz), Llanes (Asturias), Guadix (Granada) e Ingenio (Las Palmas). Los dos cuartos premios fueron para los números 18.963 y 12.956, que estuvieron también muy repartidos. Los quintos premios han estado asimismo muy disgregados. El 63.493 fue vendido en su integridad en Valencia y el 53.208, en Madrid. Mientras que el 30.412 se despachó en Guadasur (Valencia), Benavides de Órbigo (León), El Entrego (Asturias), Sopelana (Vizcaya), Bilbao y, de nuevo, Sort (Lérida). El último quinto premio en salir fue el 2.150 que fue a parar a Madrid, Pontevedra, Asturias, Valladolid, Castellón, Málaga, Ceuta, León, Valencia, Orense y Las Palmas de Gran Canaria. Barcelona también repartió este premio por casualidad, ya que los loteros no pusieron a la venta este número hasta el domingo, por considerarlo feo. Los habituales actores de el sorteo de Navidad hicieron gala de sus disfraces con el objetivo de divertirse y “salir en la televisión”. Pero no fueron ni ellos, ni los escolares de San Ildefonso los únicos protagonistas. Un hombre y su hijo gritaron “¡nos ha tocado!” y debieron ser atendidos por médicos debido a un ataque de ansiedad. Asimismo, unos trabajadores de Eurobank lanzaron octavillas para denunciar que la entidad que gestionaba sus ahorros no les había devuelto el dinero.