IRAQ
La resistencia recrudece sus ataques
Por Chema García2 min
Internacional27-12-2003
La captura de Sadam Husein a manos de las tropas de la coalición parece haber intensificado los ataques de la resistencia. El ataque más virulento se dio en la ciudad santa chií iraquí de Kerbala, a unos 150 kilómetros al sur de Bagdad, durante el pasado fin de semana. Al menos seis soldados de la coalición, cuatro búlgaros y dos tailandeses, y once iraquíes murieron, y 129 personas, entre ellas 21 militares de la fuerza internacional (14 búlgaros, dos polacos y cinco estadounidenses), resultaron heridas en una cadena de atentados.
Antes de esto, la semana ya había comenzado con una campaña de sabotajes contra las infraestructuras petroleras irquíes que dejaron al país con escasez sin suministro. Según Assem Jihad, consejero de Prensa del ministro de Petróleo, tres misiles anticarro fueron lanzados contra el oleoducto que nutre de combustible refinado a Bagdad. El ataque provocó la pérdida de importantes cantidades de gasolina y gasóleo, más de diez millones de litros de crudo. Simultáneamente, la guerrilla saboteó el oleoducto que procede del norte, en la región de Machahda, a unos 25 kilómetros al norte de Bagdad. Desde la entrada de las tropas estadounidenses en Iraq, las conducciones e infraestructuras petroleras han sufrido cerca de 90 ataques. La oleada de violencia continuó el día de Navidad en la capital, donde se registraron al menos cinco ofensivas con obuses de mortero y cohetes que impactaron cerca de la embajada de Alemania y el hotel Sheraton. Además, una bomba fue desactivada cerca de la embajada turca. Ese mismo día, un soldado norteamericano murió al hacer explosión un artefacto casero al paso de su patrulla en Bagdad, mientras que otros tres fallecieron el miércoles en Samarra cuando el vehículo en el que viajaban pisó una bomba y dos más en la capital. Las bajas aliadas no terminaron aquí, puesto que días después, tres nuevas víctimas norteamericanas se produjeron en la ciudad de Baquba. El recrudecimiento de la violencia desplegada por los insurgentes fue respondida por los soldados norteamericanos con una campaña de redadas que dejaron un saldo de detenciones de varios cientos de iraquíes, según informó el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Richard Myers. Entre ellos estarían varios líderes guerrilleros, así como tres integristas islámicos supuestamente relacionados con Izat Ibrahim Alduri, número dos del antiguo régimen iraquí y el hombre al que las autoridades militares de ocupación acusan de organizar a la guerrilla. Fuentes militares norteamericanas indicaron que estas últimas detenciones tuvieron lugar en Baquba, a unos 70 kilómetros al norte de Bagdad.