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RALLIES

Solberg y Loëb ya son el presente

Por Froilán MoraTiempo de lectura2 min
Deportes09-11-2003

Petter Solberg y Sébastien Loëb representan la madurez de los pilotos más jóvenes del Mundial. Ambos comparten edad, 29 años, y el haber logrado su primer triunfo en 2002. Ahora bien, el noruego se llevó la palma y no dejó que el francés diese la campaada en su primera participación –completa– en el Mundial. Lo que está claro es que el espectáculo está asegurado para los próximos años.

La relación de Solberg con todo lo que tuviera un motor viene de lejos: a los ocho años ya conducía por la granja de sus padres, a cincuenta kilómetros de Oslo. Su padre fue corredor de rallies, afición que tanto Petter como su hermano mayor, Henning, heredaron con pasión. El carácter del noruego se aleja del típico piloto escandinavo: es muy extrovertido y no pierde la ocasión de estar con sus fans en las fiestas: no en vano, es conocido en el mundillo como Hollywood Solberg. A los 13 años, compitiendo en circuitos, Solberg ya era campeón de Noruega. Su estreno como piloto de rallies tuvo lugar en 1998, en Suecia, a los mandos de un Toyota. Su actuación convenció al director de Ford, Malcolm Wilson, que lo firmó para su equipo en 1999. Un accidente del sueco Thomas Radström le dio la posibilidad de debutar en Kenia; a lo largo de esa temporada y de la siguiente consiguió unos resultados discretos, sin pasar de la quinta posición que consiguió en el Rally Safari de 2000. En agosto de ese mismo año fichó por Subaru, el equipo con el que ha llegado a la cima. Pronto se hizo un hueco, y en Grecia obtuvo por primera vez un podio. En sus comienzos siempre estuvo a la sombra de Richard Burns, que ganó el Mundial en 2001. Después de un período de adaptación quizá más largo de lo deseado, su eclosión como piloto llegó en 2002, con la victoria en el rally de Gran Bretaña y el subcampeonato en el Mundial. Nada que ver con el carácter tranquilo y frío de su rival Loëb, campeón junior en 2001 y uno de los mejores especialistas en asfalto. Nacido en Alsacia, cerca de la frontera con Alemania, en 1996 comenzó a dar muestras de tener grandes cualidades. Siempre con la ayuda del monegasco Daniel Elena, Loëb terminó primero de su clase varias de sus participaciones -esporádicas- en las pruebas del Mundial. Citroën le echó el ojo en 2000 y no dejó escapar semejante oportunidad: así, en su primera aparición con un Xsara WRC en el Mundial, en 2001, consiguió el segundo puesto en el rally de San Remo, y un par de semanas más tarde, se proclamó campeón en la categoría junior con un Saxo. El 2002 fue un año igualmente bueno: inscrito sólo en la mitad del calendario, salió vencedor moral de Mónaco y confirmado de Alemania. Su primer año completo, 2003, se presentaba también de grandes retos. Sin embargo, para hacerse con el ansiado título le falta aún ser más competitivo sobre tierra.