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COLOMBIA

El Gobierno de Uribe negocia la paz con las AUC

Por Isabel A. VegaTiempo de lectura2 min
Internacional17-07-2003

El acuerdo de Santa Fe de Ralito, firmado el pasado martes, supone el paso de la exploración a la negociación del plan de paz entre las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) y el Gobierno colombiano, que por primera vez establece el diálogo con grupos paramilitares.

Las organizaciones paramilitares colombianas nacieron en 1984 de la suma de terratenientes, militares y narcotraficantes para luchar contra la extorsión que ejercían los grupos de guerrilla, especialmente las FARC. En 1997, se unieron formando las AUC, presidida por Carlos Castaño. A día de hoy, cuentan con más de 13.000 efectivos en todo el país y han ocasionado 40.000 muertes en la última década. A diferencia de la guerrilla, los grupos paramilitares han manifestado recientemente su voluntad de alcanzar un tratado de paz. En diciembre del pasado año, el Gobierno de Colombia constituyó una comisión para la exploración de las vías pacíficas tras pactar un alto al fuego con las AUC. En el Acuerdo de Ralito -firmado por el comisario de paz del Gobierno, varios altos mandos de las AUC y miembros de la Iglesia católica- los paramilitares “dan por terminada la fase de exploración del proceso de paz, para dar inicio a una etapa de negociación”, dice el texto original. También, se “comprometen a desmovilizar a la totalidad de sus miembros” de una forma gradual. Este proceso comenzará antes de que acabe el año y deberá tocar su fin no más tarde del 31 de diciembre de 2005. Además, las AUC afirman “compartir la idea del Gobierno de una Colombia sin narcotráfico” y solicitan la ayuda internacional para que así sea. Por su parte, el Gobierno se compromete a agilizar los trámites de reinserción social de los desmovilizados, así como la concentración de éstos en áreas elegidas previo acuerdo. Este modelo, es similar al emprendido por el ex presidente Andrés Pastrana con las FARC, pero a diferencia de éste, las zonas de ocupación estarán controladas por la fuerza pública. “Sitios de concentración sí, pero sin excluir la presencia del Estado en todas sus expresiones” Afirmó Uribe Vélez. Ahora, el presidente se enfrenta a un doble reto: Mantener a las FARC alejadas de los territorios de control de las AUC, y solucionar el conflicto jurídico consecuencia de la paz, pues los crímenes contra la Humanidad cometidos por las AUC y las solicitudes estadounidenses de extradición de algunos de sus miembros no pueden omitirse en virtud de la desmovilización.