BALONMANO
El Barça gana la Liga Asobal
Por David del Olmo
2 min
Deportes18-05-2003
El Barcelona es el nuevo campeón de la Liga española de balonmano. Su triunfo contra el Ciudad Real, 28-30, en la penúltima jornada sirvió para confirmar que esta temporada los azulgranas han sido el mejor conjunto. Es su segundo título del año, después de la Copa EHF, y la decimosexta liga del club azulgrana en su historia.
El Fútbol Club Barcelona volvió a conquistar el título de la Liga Asobal después de dos años de sequía. En ambas temporadas, no obstante, los de Valero Rivera habían finalizado el campeonato en la segunda posición. Este año los catalanes formaron un conjunto cuyo objetivo prioritario era lograr de nuevo la competición española, para acceder con ello a la Copa de Europa. La Liga había sido suya durante una década, tanto como para llegar a ganarla cinco años consecutivos (entre 1995 y 1999, haciendo doblete con la Copa de Europa), y dos años sin ella eran demasiados para un gran club dirigido por un técnico tan exigente como Valero Rivera. Esta vez comenzaron fuertes desde el inicio del campeonato, con cinco triunfos consecutivos, hasta que visitaron la cancha del Granollers. Fue un paso atrás, pero lo resolvieron en seguida con los triunfos contra dos de sus rivales directos, el Portland y el Ademar León, por 27-25 y 30-23, respectivamente. Finalizaron la primera vuelta derrotando al Balonmano Ciudad Real, también en casa, por 28-26, aunque después no pudieron culminar el trabajo ganando la Copa Asobal. Sus tres adversarios partían con una corta desventaja en la segunda mitad de la competición: un punto Ciudad Real y Portland, y dos el Ademar de León. Ya en la segunda vuelta, un empate inesperado contra el Balonmano Cantabria (26-26) fue el único obstáculo y después, un paseo triunfal de los catalanes, solamente interrumpido por el tropiezo sufrido en el polideportivo Huerta del Rey de Valladolid (35-31), contra uno de los equipos que parece tenerle tomada la medida al Barcelona. La tremenda ambición y fortaleza de la plantilla culé queda plasmada en las goleadas que endosó al Cangas del Morrazo, el Torrevieja y el Barakaldo: 45-25, 45-19 y 47-22, respectivamente. Hasta el final, sólo un empate, a 29 goles contra el Ademar, hizo mantener la intriga del título hasta la visita a Ciudad Real. Sin embargo, se impuso la madurez del Barcelona, que supo dotar al partido decisivo del ritmo adecuado: Enric Masip tiró de su equipo en el aspecto ofensivo, con ocho goles, mientras que la defensa y el meta sueco Fredrik Öhlander mantuvieron a raya al equipo manchego, que acusó la tensión y los problemas físicos de jugadores como Talant Dujshebaev, el cubano Rolando Uríos y el sueco Jonas Kallman.