Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Las grandes potencias incumplen Kioto

Por Celia ParejaTiempo de lectura1 min
Sociedad06-10-2002

Han pasado ya diez años desde que se celebró la Cumbre de Río de Janeiro, de donde surgió el Protocolo de Kioto. Una década en la que no se ha conseguido reducir la emisión de gases, ni ninguno de los buenos propósitos de la cumbre porque los países que más contaminan, los más ricos, no quieren ratificarla y emitir menos contaminación a la atmósfera.

Coincidiendo con este aniversario, este verano ha tenido lugar en Johannesburgo (Sudáfrica) la Cumbre de la Tierra, en la que se verificó que el cuidado del medio ambiente sigue siendo insuficiente. Estas conferencias eran la esperanza de nuestro planeta, pero después de una semana de reuniones, varios grupos ecologistas manifestaron su decepción por los pocos compromisos conseguidos. Con la ratificación del Protocolo de Kioto por parte de la Unión Europea y la firma de Rusia y Japón, dos de los principales emisores, se ha conseguido superar el mínimo de 55 estados necesarios para la entrada en vigor del tratado. La segunda condición, que las emisiones de los países firmantes sumen el 55 por ciento del total del dióxido de carbono emitido sigue sin conseguirse. Estados Unidos genera aproximadamente el 25 por ciento del dióxido de carbono que se emite a la atmósfera en todo el mundo. Sin embargo, George Bush se niega a ratificar el Protocolo. Además han anunciado que hasta el año 2012 no se plantearán nada acerca de esta cuestión y prefieren llevar a cabo una política unilateral para reducir sus emisiones, sin que sufra el empleo y la economía. Pero mientras Estados Unidos cuida su economía y países europeos como España continúan aumentando "los gases", desastres naturales provocados según los expertos, por el cambio climático, siguen arrasando diversos puntos del planeta. Después de mucho tiempo desde la creación del Protocolo de Kioto, por fin parece que el próximo año entrará en vigor. Frenar el calentamiento de la tierra y el cambio climático son sus principales objetivos, aunque quizás sea demasiado tarde.