Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Las bolsas demuestran que, por muy mal que estén, siempre pueden ir a peor

Por Gema DiegoTiempo de lectura1 min
Economía06-10-2002

Los mercados bursátiles continúan sumidos en una extraña enfermedad que les ha llevado a registrar pérdidas por sexta semana consecutiva. El virus que ha atacado a las bolsas se fortalece a medida que pasa el tiempo, y ya ni siquiera los medicamentos fabricados por los buenos datos macroeconómicos son capaces de debilitarlo.

Pero el virus no está solo: multitud de dolencias, relacionadas o no, aquejan a las plazas europeas y estadounidenses. La tensión con Irak, la crisis en Latinoamérica, la desesperación de Argentina, y las continuas revisiones a la baja de los beneficios de muchas empresas son algunas de las que ya han sido diagnosticadas. Wall Street ni siquiera ha conseguido reaccionar a la publicación de un dato de desempleo en Estados Unidos mejor de lo esperado. Rápidamente, los inversores han dado la vuelta a la tortilla, han descubierto que, en realidad, se crearon 43.000 puestos de trabajo menos, y han arrastrado al Dow Jones hasta los 7.528,70 puntos, una cifra que no registraba desde hace cinco años. El madrileño Ibex 35 ha vuelto a sucumbir a la influencia del resto de las bolsas europeas. Más que a las malas noticias sobre la economía española, el índice debe su caída de esta semana (un 2,3 por ciento) al contagio con las principales plazas continentales y al mal comportamiento de los grandes bancos. Para muestra, la cotización del Dax Xetra alemán ha bajado en un 47 por ciento en lo que va de año, mientras que la última jornada de negocios en París, Milán y Londres ha arrojado pérdidas del 3,33 por ciento, del 2,40 por ciento y del 1,71 por ciento, respectivamente. En Madrid, el repunte de Inditex en un 3,2 por ciento se ha visto difuminado por el derrumbe de Unión Fenosa (un siete por ciento) hasta niveles de hace 14 años. BBVA y SCH se sumaron a las caídas con un 4,20 por ciento y un 3,04 por ciento, respectivamente. De este modo, el Ibex 35 ha quedado rozando los 5.500 puntos, una cota que es un 34,51 por ciento inferior a la que tenía en enero.