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La renta electoral de la ilegalización

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
España26-08-2002

El proceso de ilegalización de Batasuna tiene réditos políticos, para unos y otros. Esta es la principal razón por la que PP y PSOE quisieron atribuir a las Cortes en la Ley de Partidos la capacidad de instar al Gobierno para que el brazo político de ETA quede al margen de la ley. Cada formación buscó su hueco electoral en el pleno del pasado lunes y votó con la mirada puesta en las elecciones del próximo año.

Partido Popular, Partido Socialista, Coalición Canaria y Partido Andalucista fueron los únicos que dijeron a la ilegalización de Batasuna en el Congreso. Los diputados acabaron sus vacaciones veraniegas antes de tiempo y regresaron el 26 de agosto a la Cámara Baja para celebrar un pleno extraordinario en el que casi el 90 por ciento de los asistentes aprobó una proposición no de Ley contra la coalición abertzale. El Partido Nacionalista Vasco abanderó el grupo de formaciones nacionalistas que votaron en contra, ya que dicen sentirse amenazados por la iniciativa. El portavoz peneuvista, Iñaki Anasagasti, aseguró que lo de Batasuna es tan sólo un "entremés" antes de ir contra ellos y los que se opusieron, Eusko Alkartasuna, Esquerra Republicana de Cataluña e Iniciativa per Cataluña. Mientras, optaron por la abstención Convergencia i Unió, Izquierda Unida, Bloque Nacionalista Gallego y Chunta Aragonesista. A los catalanes, que habían votado a favor de la Ley de Partidos en junio, les pesó su corte nacionalista y su buena relación con el PNV. Esta vez se abstuvieron con la excusa de que les parecía mal que las Cortes participaran en el proceso. Igual hizo IU, que antes estaba en contra y, por miedo a las consecuencias electorales prefirió una postura que PP y PSOE consideran "pasiva", pero que IU quiso presentar como aportación al encuentro entre formaciones políticas demócratas. Los dos principales partidos han dejado a un lado sus diferencias en este asunto, conscientes de la necesidad de promover la acción del Estado de derecho contra ETA. Pero también han adquirido una ventaja respecto al resto de las formaciones ante las elecciones municipales de 2003. El terrorismo permanece como uno de los tres problemas que más preocupan a los españoles, quienes seguramente tendrán en cuenta la postura mantenida estos días por cada partido cuando estos pidan el voto.