TURQUÍA
Las obras del parque Gezi, inicio de las manifestaciones en Turquía
Por Natalia Méndez Aparicio3 min
Internacional17-06-2013
El Gobierno turco presentó un proyecto urbanístico que ha sido el desencadenante de las manifestaciones que se han dado en las dos últimas semanas. Éste consistía en la construcción de un centro comercial en el parque de Gezi, en la zona europea de Estambul. No existía ningún documento oficial que diese permiso para reformar la zona, cuando los ciudadanos encontraron máquinas excavadoras arrancando árboles del terreno. De esta manera, algunas personas decidieron frenar las máquinas que trabajaban en el lugar. La actuación de los antidisturbios con los manifestantes ha volcado al pueblo turco en el asunto que pide la dimisión del Gobierno.
El proyecto urbanístico pretendía que el centro neurálgico de la ciudad tuviese menos tráfico. Para ello, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quería hacer del parque una zona peatonal, dirigiendo a la circulación automovilística por los subterráneos. Sin embargo, muchos ciudadanos se han indignado al ver las primeras máquinas destruyendo la zona y han decidido colocarse enfrente de las excavadoras con el objetivo de frenarlas. Por su parte, el Gobierno respondió a la protesta mediante la actuación policial que se produjo, pero que más tarde recibiría un contraataque del resto de la población. Para justificarse " el Gobierno siempre ha alegado que esta superficie estaba infrautilizada" y constantemente hecha mano de lo que dice el Islam. Este fin de semana, Erdogan ha cedido ofreciendo un referéndum para negociar si el proyecto del centro comercial sigue en pie o no. Además, el primer ministro ha prometido un cambio en el comportamiento de los agentes de policía, quien se ha mostrado bastante agresiva desde el comienzo de las manifestaciones y ha provocado la llamada de atención por parte de la UE. No obstante, la Plataforma Taksim ha rechazado la oferta del político. En los últimos días se ha dado comienzo al desalojo del parque, lo que ha incitado a más revueltas. Todo comenzó a finales de mayo. Uno de las primeras personas que se percató de lo que sucedía en el Gezi fue Kerem Akalin, quien tiempo atrás había mantenido conversaciones con el Ministerio de Cultura del país con el fin de indultar el parque. Al ver cómo las máquinas excavadoras arrancaban los árboles, él y unos compañeros se colocaron enfrente de estas inmediatamente. Las máquinas pararon definitivamente cuando Sirri Sürreya Önder, diputado del Partido para la Democracia y la Libertad, exigió a los obreros el permiso para intervenir en el lugar. No existía ningún documento que legalizase lo que estaban haciendo y sorprendió a los presentes que justamente la zona que había sido empezada a reconstruir "no estaba contemplada en el proyecto de reconstrucción de Topçu" según Betül Tanbay, uno de los miembros de la plataforma en contra de las intenciones del gobierno turco. Ese mismo día, un tribunal administrativo paró el proyecto. De ahí surgieron las primeras protestas que fueron atacadas por la actuación de los cuerpos de seguridad y que más tarde conllevaría las diversas revueltas que se han dado en Turquía en las últimas semanas. Aunque, según declaraciones del alcalde de Estambul, Kadir Topbas, que el trabajo que realizaban las máquinas que se encontraban en el parque era el de trasladar un grupo de árboles y así conseguir una zona peatonal más amplia. Sin embargo, los grupos ecologistas insisten en que se trataba de una labor de quitar árboles, sin la pretensión de reubicarlos o plantar otros nuevos. El proyecto para hacer obras en el parque de Gezi y la violencia empleada por la policía se suma al descontento que vive la población desde hace tiempo. Muchos ciudadanos reclaman la dimisión del primer ministro, señalando de "crímenes" las medidas de desalojo empleadas por la policía bajo las órdenes del presidente. La oposición turca opina que Erdogan "está intentando acabar con Turquía debido a su mentalidad dictatorial y su ambición personal".