MANIPULACIÓN INFORMATIVA
La falsa noticia del encuentro entre González y Yusufi salpica al Gobierno
Por Mª Jesús Torres
1 min
España01-03-2002
Los supuestos movimientos del ex presidente del Gobierno español, Felipe González, centraron la semana pasada la atención de la opinión pública. La crisis con Marruecos sigue abierta, pero eso no disuadió a la Embajada española en Rabat de difundir la falsa noticia de que González se había reunido en secreto con el primer ministro de Marruecos, Abderramán Yusufi, y con el rey Mohamed VI. Ante esto, la oposición pide al ministro de Exteriores, Josep Piqué, y al Portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, que comparezcan ante el Congreso, y solicita la destitución del embajador de España en Marruecos.
La primera rectificación llegó ese mismo día. Lo hacía la Embajada de España en Rabat, que confirmaba el encuentro entre González y Yusufi pero desmentía la reunión de ambos con el rey Mohamed VI. Mientras el comunicado de la embajada iba en esa línea, el ex presidente del Gobierno negó tajantemente la información. Pronto se sucedieron las comparecencias ante los medios en las que se cruzaban confirmaciones y desmentidos. El momento culminante llegó cuando el director de la Oficina de Información Diplomática (OID), Alberto Aza, confirmó que la noticia era falsa, como ya habían dicho González y Yusufi. Piqué tuvo que dar también por válidas las explicaciones de los protagonistas y pidió públicamente disculpas a ambos. El embajador de España en Rabat, Fernando Arias-Salgado, también pidió disculpas, pero a esas alturas, tanto la oposición como miembros de la Diplomacia calificaban su posición en Marruecos de "insostenible" y algunos, como el PSOE, pedían su destitución. Los socialistas consideran que Arias-Salgado es sólo un eslabón y que toda la responsabilidad recae sobre Piqué y Pío Cabanillas. Por ello, pedirán su reprobación dentro de un par de semanas en el Congreso. Por su parte, González amenazó con revelar cómo "se urdió en Moncloa" el bulo si la próxima semana las explicaciones de Aznar, Piqué y Pío Cabanillas a las preguntas de los parlamentarios no le satisfacen.