CIENCIA
Gran Bretaña, primer país en investigar con células madre

Por Fernando Cancio Martínez
1 min
Sociedad27-02-2002
La Cámara Alta del Parlamento Británico ha dado luz verde a una ley que permitirá clonar embriones humanos para la investigación médica. Dicha clonación estará bajo el control de rigurosas normas pero se cree que los beneficios de estas investigaciones justificarán cualquier tipo de duda ética.
Como consecuencia de esta aprobación, el Reino Unido contará, en aproximadamente un año, con un banco en el que se almacenarán un gran número de células madre congeladas. Habrá células procedentes de adultos, de embriones destinados a la fecundación in vitro, de blastocitos creados en laboratorio y de embriones obtenidos mediante clonación. Dos días después de ser aprobada la Ley el miércoles de la semana pasada, las autoridades británicas concedieron las dos primeras licencias que permitirán la investigación con embriones humanos. Las dos autorizaciones han sido otorgadas al Centro para la Investigación del Genoma, que aplicará sus investigaciones en el tratamiento del Parkinson, y al Guy´s Hospital de Londres, que estudiará trastornos neuronales y nuevas terapias contra la infertilidad y los abortos. Los dos grupos trabajarán con células de embriones sobrantes y no con técnicas de clonación terapéutica. Las críticas llegan por parte de los grupos antiabortistas. Estos señalan que se pueden obtener los mismos resultados usando células extraídas de tejidos adultos. Insisten en que los óvulos no son algo con lo que se deba experimentar, sino que sirven solamente para engendrar vida. En España, donde Aznar alberga serias dudas éticas sobre el tema, la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, ha afirmado que la posibilidad de clonación terapéutica es algo que se está tratando en el seno de la Unión Europea. Existen "posiciones muy diversas" afirma, pero prefiere "no prejuzgar nada". Jaime Lissavetzky, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso, se lamenta al ver que España no ha encontrado una salida "legal" para hacer estas investigaciones.