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DANZA

Muere Merce Cunningham, uno de los pioneros de la danza moderna

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Cultura27-07-2009

Merce Cunningham se encontraba entre los grandes del llamado Modern dance, junto a los bailarines Martha Graham y Paul Taylor. Ha muerto dejando una estela de innovación en las pistas, ya que fue un destacado revolucionario de los efectos musicales, los pasos más atrevidos y las escenografías más innovadoras. Cunningham ha muerto a los 80 años en Nueva York, pero deja un sistema de influencias con numerosos seguidores.

Cuando sólo era un niño, conoció de primera mano las tablas de la danza y los bailes de salón en Washington, estado norteamericano donde él nació en 1919. Desde entonces, este arte se convirtió en su torrente de fuerza para vivir. Nunca se cansó de aprender nuevas técnicas, siempre andaba a la vanguardia de este arte. La pintura, la música y el vídeo fueron sus elementos favoritos para crear esferas que envolvían al público de una manera sobrecogedora. "Fue un artista inspirador y un bailarín hasta sus 80 años, un coreógrafo visionario y un dedicado profesor durante toda su vida", indicó la compañía del artista tras conocer. Su muerte. La fundación señala también que junto a su socio "John Cage, dio paso a nuevas maneras de percibir y experimentar el mundo", al tiempo que destaca "su insaciable curiosidad, su espíritu colaborador". Cunningham estudió en la universidad de Bennington, donde su compañera Martha Graham impartía clases, y lo captó para su compañía como primer bailarín, donde permaneció hasta 1945. Después de haber sido profesor en el American Ballet (1949-1950), el coreógrafo fundó su propia compañía de danza, que llevaba su nombre, y que se inició en una comunicad de artistas del estado de Carolina del Norte, donde conoció a pintores como Jasper Johns (1930) o Robert Rauschenberg (1925-2008). También trabajó con otros pintores como Andy Warhol (1928-1987) y Frank Stella (1936) o el músico David Eugene Tudor (1926-1996). Cunningham vivió un año crucial para su carrera en 1964, tras los éxitos obtenidos en París y Londres, que fueron determinantes para que el público y la crítica estadounidense cambiara de opinión respecto a su manera de concebir la danza. A partir de esa fecha su nombre se empezó a conocer para el gran público y a trabajar más con las nuevas tecnologías que le acompañarían durante toda su carrera. Cunningham, que cumplió 90 años el pasado abril, quiso que su compañía estuviera preparada para ese momento y decidió que sus bailarines comenzaran, tras su fallecimiento, una gira mundial de dos años y que el grupo se disolviera después.