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ESTADOS UNIDOS

El demócrata Joe Biden vence en su único debate contra Sarah Palin

Por Miguel MartorellTiempo de lectura4 min
Internacional05-10-2008

El primer y único debate entre los candidatos a la Vicepresidencia se saldó con la victoria del hombre demócrata Joe Biden según todas las encuestas y análisis. Sin embargo, Sarah Palin supo defenderse mejor de lo esperado y evitó una mayor caída en las encuestas que la habían llevado en las últimas semanas a sembrar la duda entre los republicanos.

El primer y único debate entre los candidatos a la Vicepresidencia de Estados Unidos tuvo dos ganadores. Por un lado, el candidato demócrata, Joe Biden, al que la mayoría de analistas da como vencedor del cara a cara pese a su evidente contención dialéctica. Por otro lado, la candidata republicana, Sarah Palin, que, gracias a un lenguaje llano y populista, logró salvar la nave republicana cuando parecía que estaba a punto del hundimiento. El debate celebrado en Saint Louis (Missouri) en la madrugada del pasado viernes volvió a repetir el modelo del que ya celebraron los candidatos presidenciales, Barack Obama y John McCain: un encuentro sosegado, casi aburrido, sin enfrentamientos directos entre ambos contendientes y en el que los dos candidatos se presentaron como garantes del cambio que necesita un país sumergido en una profunda crisis económica y financiera. Sin embargo, el primer y único cara a cara entre los candidatos a la Vicepresidencia tenía un target objetivo, la clase media estadounidense. Según distintos análisis, Biden fue claramente superior a lo largo del debate, aunque pecó de tecnicismo en ciertos momentos al abrumar a la audiencia con datos o informaciones excesivamente elevadas para algunos sectores del público estadounidense. Además, quizá por la fama de orador agresivo que le acompaña, el candidato demócrata pareció contenerse durante todo el cara a cara con Palin, dirigiendo todos sus ataques verbales a John McCain -puede que para evitar ser recordado como el hombre que humilló públicamente a una mujer- aunque no se privó de corregir en múltiples ocasiones el guión aprendido de la republicana. Palin, por su parte, superó la prueba con creces. La número dos de McCain acudía a la cita entre enormes dudas respecto a su capacidad para el puesto, después de haber demostrado los enormes agujeros curriculares e intelectuales en las pocas entrevistas concedidas hasta el momento, especialmente, en política exterior. La candidata republicana supo salir airosa del encuentro, puede que en parte gracias a la caballerosidad de Biden, recitando el guión de sus asesores en los momentos difíciles y hablando en ese lenguaje llano y populista que le caracteriza. Como en el encuentro entre Obama y McCain, la mayor parte del debate se centró en la economía, donde no se pudo escuchar nada nuevo por parte de sus segundos espadas. Biden defendió una mayor regulación de las entidades financieras por parte del Estado y recordó el recorte de impuestos para la clase media que ha propuesto el candidato demócrata. La economía fue la oportunidad de Palin de recordar su condición de madre trabajadora y, aunque defendió el plan de rescate de Bush eludió ahondar en una propuesta que causa más disputas que acuerdo en las filas republicanas. Biden aprovechó esa brecha para golpear a McCain, recordando que está a favor de “la desregulación” y que recientemente dijo que la política económica de Bush había producido mejoras en el país. “No es que sea un mal tipo, es que no se entera”, sentenció el demócrata. “Los ciudadanos de la calle, como yo, estamos sufriendo”, dijo por su parte Palin, que aseguró que los verdaderos barómetros de la crisis económica están “en las gradas de los partidos de fútbol de los niños” y que los votantes deben poner al “maverick (rebelde) del Senado”, en referencia a McCain, en la Casa Blanca para salir del bache. El cambio climático ocupó pocos minutos del debate, pero era una oportunidad para ver si la republicana volvía a negar su existencia. No es que lo niegue, es que no creo que se deba sólo “a la actividad humana”, esgrimió Palin, que se mostró favorable de olvidar las causas y ponerse a trabajar para evitarlo. “Si no entiendes cuál es la causa, no puedes encontrar una solución”, le espetó Biden, convencido de que el cambio climático es fruto de la mano del hombre y muy crítico con la intención de los republicanos de iniciar nuevas perforaciones petroleras en la costa norteamericana. La estrategia que mantener en Iraq y la actitud hacia los países discrepantes hacia las políticas de EE.UU. en el mundo, fueron los asuntos en los que más se evidenciaron las discrepancias de uno y otro candidato. Palin acusó a los demócratas de querer levantar “la bandera blanca de la rendición”, al tiempo que defendió la permanencia de las tropas en Iraq, mientras que Biden subrayó la importancia de una retirada paulatina y una transferencias de responsabilidades a los iraquíes. “No he oído un plan republicano y Barack Obama sí tiene un plan”, aseveró Biden. En el campo de la diplomacia, el demócrata hizo gala de su experiencia en política exterior y volvió a defender la necesidad de hablar con todos los países del mundo, incluidos Irán o Corea del Norte. Fue en este punto cuando volvió a salir a colación Zapatero y España: “John McCain dijo recientemente que no se sentaría a dialogar con el Gobierno de España. España es un aliado en la OTAN que en estos momentos tiene tropas en Afganistán junto a nosotros. Lo encuentro increíble”. Palin eludió este asunto y prefirió defender la línea oficial republicana de cortar relaciones diplomáticas con los díscolos, es decir, retirar cualquier contacto diplomático y optar por la mano dura en las sanciones.