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SOMALIA

El caso del pesquero español destapa la inseguridad del Cuerno de África

Fotografía
Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional27-04-2008

El secuestro y posterior liberación, una semana después, del Playa de Bakio ha puesto de manifiesto la inseguridad que reina en el Océano Índico y, concretamente, en las costas de Somalia, en el llamado Cuerno de África. La actividad de los piratas en esas aguas no sólo afecta a pesqueros de distintos países sino también a una de las principales rutas petroleras del mundo.

Las negociaciones con los piratas somalíes que secuestraron el pasado 20 de abril el pesquero español Playa de Bakio, con 26 tripulantes a bordo -13 de ellos españoles- tenía un final feliz el pasado fin de semana. El Gobierno español no desveló los detalles de las negociaciones, aunque algunas fuentes apuntaban al pago de 1,2 millones de euros para lograr la liberación del atunero vasco. Las gestiones diplomáticas del Gobierno español tanto en Somalia como en las aguas territoriales de este país vinieron acompañadas del desplazamiento de una fragata de la Armada y del envío del embajador español en Kenia a Mogadiscio para las negociaciones con el Ejecutivo, formado principalmente por militares. El pago de un rescate no sería nada fuera de lo común. El Gabinete francés se vio obligado a operar de la misma forma a principios de abril, cuando unos piratas secuestraron un yate de lujo con 30 personas a bordo. La Armada francesa logró posteriormente capturar a la mitad de los secuestradores. Estos dos últimos secuestros en aguas territoriales somalíes han puesto de relieve la fragilidad de la situación tanto en Somalia como en el transporte marítimo en el Cuerno de África. Somalia lleva cerca de dos décadas sumergida en una guerra civil sangrienta, y no existe un Gobierno de factoque controle el país. Las propias autoridades somalíes criticaron recientemente que Occidente sólo se acuerde de esa parte del mundo cuando algo entorpece sus intereses. El Golfo de Adén es actualmente una de las zonas de transporte más importantes del mundo, siendo el único paso que conecta el Índico con el Mar Mediterráneo a través del Mar Rojo y el Canal de Suez. El pasado 21 de abril, un petrolero japonés que transportaba más de 150.000 toneladas de oro negro fue atacado con lanzagranadas por piratas somalíes frente a las costas de Yemen. Pese a que la actividad de los piratas en esas aguas no es reciente, los últimos ataques han puesto sobre aviso a la Comunidad Internacional. La Unión Europea ha decidido abordar este asunto en el próximo Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores a propuesta de España, que estudia enviar una fragata a la zona para velar por la seguridad de sus embarcaciones. También Francia va a colocar este asunto en la agenda internacional al llevar una propuesta al Consejo de Seguridad de la ONU. El objetivo sería desplegar una fuerza conjunta para proteger a los navíos que operen en esa zona, pero también perseguir sin complejos a los piratas del Cuerno de África, cuya actividad se ha visto beneficiada por la inestabilidad que vive Somalia.