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COPA INTERCONTINENTAL

El Bayern consiguió la `triple corona´

Por Andreu RomeroTiempo de lectura2 min
Deportes27-11-2001

El gol de Kuffour en el minuto 119 de partido dejó a Boca Juniors con las ganas de conseguir la triple corona, que recayó en el Bayern de Múnich, ganador de la Bundesliga, la Liga de Campeones y, después de 25 años, la Copa Intercontinental.

Los suramericanos venían más mentalizados que los muniqueses; prueba de ello fue la semana de preparación que tuvo el conjunto de Bianchi. El conjunto argentino defendía el título con un equipo muy renovado con respecto al 2000. No estaban el Loco Palermo, ni Bermúdez, pero Boca contaba con un plantel más dotado técnicamente que el alemán. El Bayern, en cambio, llegaba cansado después de haber jugado un partido sólo tres días antes. Además tenía las bajas de Scholl, Jeremies, Santa Cruz y Salihamidzic. Así pues, Ottmar Hitzfield volvía a depender de Kahn, Effenberg, el brasileño Elber y el jugador que a la postre sería protagonista: el ghanés Kuffour. Con tal panorama, el partido estuvo marcado más por la emoción que por la calidad del juego. Boca y Bayern salieron al campo con una mentalidad totalmente defensiva. Los alemanes plantearon un encuentro de carácter físico, mientras que Carlos Bianchi delegó el control del balón en su rival. A Boca sólo le interesaba robar balones para que Riquelme organizase rápidos contragolpes. Hasta la expulsión del Chelo Delgado antes del descanso, por simular un penalti, la partida la ganaba el conjunto argentino. Los xeneizes tenían maniatado al equipo bávaro, que no sólo era incapaz de llegar al área de Córdoba, sino que sufrían con los contragolpes organizados por Riquelme. Pero una vez más, el meta Kahn fue el héroe que evitó la derrota. Bianchi mandó a los suyos que se encerraran para evitar que, con uno más, el Bayern marcara. El campeón europeo sufrió mucho para crear ocasiones de gol, y cuando las tenía, el colombiano Óscar Córdoba estaba en su sitio para evitar males mayores. Hitzfield decidió quemar sus naves al dar entrada al gigantón Jancker. El Bayern, que maniató a Riquelme con tres hombres, lo tenía todo a favor. Sin embargo, la buena defensa que armaron los argentinos impidió a los germanos alterar el marcador, hasta que a falta de diez minutos para el final de la prórroga, Córdoba erró en la salida a un saque de esquina, y Kuffour lo aprovechó para marcar el gol de oro que proclamó campeón al Bayern, por primera vez en 25 años, desde que aún jugaba Franz Beckenbauer.