ELECCIONES FRANCESAS
Rajoy se mira en el espejo de Sarkozy para ganar en 2008
Por Alejandro Requeijo3 min
España06-05-2007
“Con la victoria de Nicolas Sarkozy en Francia se abre una nueva etapa en Europa que espero culminar yo en 2008”. Así de rotundo se manifestó el líder del PP, Mariano Rajoy, nada más conocer la victoria del dirigente conservador francés en las elecciones presidenciales galas.
El líder de la oposición ha tomado como ejemplo la trayectoria del nuevo presidente de Francia como la vía para ganar en las elecciones generales de 2008. Para ello se esfuerza en mostrar similitudes entre la situación del UMP de Sarkozy en Francia y el PP en España. De entrada, los populares reivindican el éxito de la derecha gala frente al acoso de todo el arco parlamentario francés, especialmente de la izquierda encabezada por la socialista Segolene Royal, así como del centrista François Bayrou, la revelación política de los últimos comicios. Ambos han centrado su critica a Sarkozy en su particular estilo, su “soberbia” y en su marcado perfil nacionalista. Por el contrario, Rajoy ha hecho gala en diversas ocasiones de una sana envidia hacia a su amigo francés a la hora de reivindicar sin complejos y con un estilo contundente valores nacionales como la bandera, el himno, así como las llamadas a la unión de todos los ciudadanos sin recibir críticas por ello. Además, el PP ya ha enmarcado su objetivo más allá de las fronteras españolas al hablar de un eje conservador en Europa formado por Angela Merkel en Alemania, Sarkozy en Francia y Rajoy en España (en el supuesto de que se alzase en las elecciones generales de 2008). Precisamente, las victorias de Merkel y Sarkozy tuvieron un sabor especial para el PP después de que el PSOE, y en concreto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apoyase a sus respectivos rivales. En 2005 el líder socialista se aventuró a felicitar al socialdemócrata alemán Gerard Schreader por su victoria electoral. Pero este hecho nunca se produjo y Zapatero tuvo que reconocer su error. Ahora, la victoria de Sarkozy se produce contra la también socialista Segolene Royal. Las semejanzas entre el estilo y la trayectoria del presidente español y la aspirante gala, llevaron a bautizar a Royal como la Zapatera francesa que incluso contó con el apoyó directo de su homónimo español durante su campaña. Por su parte, Rajoy y Sarkozy coinciden en diversos planteamientos ideológicos y políticos como la educación, la idea de Estado, la política antiterrorista, la economía o la inmigración. No obstante, una cosa es el fondo y otra la forma. En este punto las diferencias entre ambos son notables. Rajoy carece del estilo y la contundencia de Sarkozy y los sondeos otorgan al líder del PP una popularidad y carisma muy por debajo del político galo. Asimismo, en su carrera hacia el Eliseo, Sarkozy ha tenido que sortear diversos obstáculos, incluso dentro de la derecha. En su camino dejó a un lado al preferido del ex presidente Jaques Chirac, Dominique de Villepen. Mientras tanto, Rajoy fue elegido directamente por el ex presidente Aznar y de momento todo el PP ha cerrado filas en torno a él a pesar de las derrotas. Ahora el PP ha encontrado en la realidad francesa un camino a seguir e insiste en elevar el éxito de Sarkozy. Su objetivo es que el espíritu de su victoria cruce ahora los Pirineos y llegue a tiempo para las elecciones de 2008.