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SUDÁN

La Corte Penal Internacional ordena la detención de los genocidas de Darfur

Por J. F. Lamata MolinaTiempo de lectura2 min
Internacional06-05-2007

Una de las órdenes de arresto es contra Ahmed Haroun, el que fuera ministro de Interior y que ahora desempeña el cargo de ministro de Asuntos Humanitarios. El Gobierno de Sudán ya ha anunciado que no va a entregar a los acusados.

La incursión de la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya en el asunto de Darfur abre una pequeña esperanza a la Justicia. A pesar de que muchos gobiernos -como EE.UU., Rusia y China- se niegan a reconocer a la CPI, la posibilidad de que un tribunal internacional se haga fuerte y exista va aumentando. De momento, ha podido intervenir en dos ocasiones: en los crímenes de la antigua Yugoslavia, llegando a sentar en su banquillo al ex presidente Slobodan Milosevic -que murió antes de ser juzgado- y a sus cómplices Milutinovic, Krajisnik y Plavsic y, también, en los del genocidio de Ruanda, condenando a cadena perpetua a varios responsables como el jefe de la guerrilla Interahamwe, Georges Rutaganda, y el periodista del terror, Ferdinand Nahimana. Sin embargo, hay varios procesos iniciados: el Tribunal de Sierra Leona que espera sentar en el banquillo al dictador de Liberia Charles Taylor y el Tribunal de Camboya que juzgará a criminales vivos de la brutal matanza de los jemeres rojos. Ahora se suman los criminales de Darfur (Sudán), el ministro Ahmed Haroun está acusado de haber colaborado directamente con el líder de la guerrilla Janjaweed, Ali Kushayb, -que también figura en la lista de acusados- para masacrar a la población civil “enemiga”. El Gobierno de Sudán ha anunciado que no va a entregar a los acusados. Es muy arriesgado colaborar con el Tribunal Internacional en la entrega de reos, sólo hay que recordar lo ocurrido con Zoran Djindjic, el premier serbio asesinado por hacerlo. Así pues, Ahmed Haroun y Ali Kushayb se unen a la lista de buscados por la Corte Penal Internacional en la que ya figuran otros acusados: los eternos prófugos Radovan Karadzic y Rakto Mladic -responsables de la matanza de Srebrenica-, el magnate de prensa precursor del odio racial en Ruanda, Felician Kabuga, y el jefe del Ejército de Resistencia del Señor, Joseph Kony, también llamado el monstruo de Uganda. El conflicto de Darfur Darfur está dividido en tres estados federados dentro de Sudán: Gharb Darfur (Darfur Occidental), Janub Darfur (Darfur Meridional) y Shamal Darfur (Darfur Septentrional). La conflagración se produce entre los Janjaweed -guerrilla islámica radical apoyada por el Gobierno y responsable de la muerte de 30.000 personas según la ONU- y los africanos negros de la región. La división de la población de Sudán fue realizada por los colonizadores y, tras la independencia, fue imposible disolver la vieja división. Los árabes son nómadas que cuidan de camellos y defienden la sharia -ley islámica-; los negros son sedentarios y su principal ocupación son sus granjas, ambos hablan el mismo idioma. Los odios entre los dos grupos sobre quiénes son “los auténticos árabes” han generado una auténtica “limpieza étnica”.