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TERRORISMO

ETA intenta asesinar a una concejal socialista y a su escolta

Fotografía
Por Cristobal CabezasTiempo de lectura2 min
España03-03-2002

Esther Cabezudo Martínez, de 56 años, concejal del PSE, y su escolta privado, Iñaki Torres Mediavilla, de 30, salvaron la vida gracias a que los terroristas habían orientado el carrito de la compra, donde se hallaba la bomba, en la dirección contraria al lugar por el que ambos caminaban. La explosión sólo les produjo heridas leves, al igual que a otras tres personas que pasaban por la zona.

Los departamentos de Interior de los Gobiernos central y vasco atribuyeron este nuevo atentado al comando Vizcaya, el más activo con el que cuenta en la actualidad la banda terrorista, y el responsable de 11 de los 12 atentados cometidos en España durante los últimos tres meses. En pleno debate político sobre la seguridad de los concejales vascos, ETA ha encaminado de nuevo sus armas contra cargos locales socialistas, agrupación contra la que no actuaba desde que en marzo del año pasado asesinó al edil guipuzcoano Froilán Elespe. A primera hora de la mañana, Esther Cabezudo, junto a su escolta, se dirigían a pie al Ayuntamiento, donde la edil iba a participar en un pleno al mediodía. Los activistas del comando Vizcaya ocultaron la carga, entre 20 y 30 kilos de dinamita Titadyne de la robada por la banda en Francia, dentro de un carrito de la compra junto a una tienda de muebles. Los terroristas aguardaron a que la concejal y su escolta se hallaran a la altura del carrito, aunque en la acera de enfrente, para activar a distancia el artefacto. La casualidad hizo que una furgoneta de reparto circulase en ese momento por la calle, absorbiendo parte de la onda expansiva y de la metralla. Esther Cabezudo e Iñaki Torres cayeron aturdidos por el estallido y varios peatones fueron los primeros en asistirles. Una ambulancia les trasladó poco después al Hospital de San Eloy, en la cercana localidad vizcaína de Barakaldo. Además del fallido atentado, la banda terrorista recibió otro duro golpe ya que la Guardia Civil detuvo en Pamplona a cinco presuntos miembros del comando Urbasa, al que se considera responsable del asesinato en la localidad navarra de Leitza del concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) José Javier Múgica. La operación fue posible por la sorprendente actitud de Alberto Viedma, miembro del comando Ekaitza, desarticulado esta semana en la comunidad foral, quien en lugar de huir se escondió en un piso del otro comando en Pamplona. La semana "negra" para ETA se completó con el descubrimiento por parte de la policía francesa de un piso franco en Pau (suroeste de Francia), abandonado por la banda, en el que se incautó de municiones, ordenadores y documentación. Aunque según las palabras del ministro del Interior, Mariano Rajoy, se trata de información sobre temas "poco importantes".