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EL REDCUADRO

Pocholo Simancas

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura3 min
Opinión16-06-2003

Acepten por un momento la ucronía. Siempre es buen ejercicio la funesta manía de pensar. Háganse la siguiente composición de lugar: está Ruiz Gallardón, sin maceros ni bastón, para ser elegido alcalde de Madrid, y de pronto media docena de concejales le salen ranas porque no los han puesto en Urbanismo; dicen que van a comprar tabaco y no vuelven. Y adiós, pampa mía la mayoría absoluta. ¿Se imaginan la que habría liado el PSOE, con su enorme aparato mediático y con su infinita capacidad de embrollo para culpar al adversario hasta del hundimiento de las Torres Gemelas si se tercia, que siempre se tercia? La inmensa habilidad de hacer lo blanco negro que tiene el PSOE sólo es igualada por la infinita capacidad que tiene el PP para hacerlo todo gris y aceptar que ahí se las den todas. Sigan imaginando ucronías. Piensen que Tamayo y Sáez son del PP, y que aparecen sobre un horizonte recalificador de parcelas en Villaviciosa de Odón (sin Elorza). ¿No están oyendo a Zapatero largar por esa boca? ¿No están viendo ese aparato mediático echando humo, denunciando el gatuperio? Pues estos señores del PP tienen delante la prueba del 9 de que la máquina de cafelitos de Juan Guerra nunca fue apagada en la barra libre de los negocietes y que parece que llevan la corrupción en la masa de la sangre y en la cal de los huesos, y se limitan a decir que las responsabilidad no es de ellos, que a mí que me registren. No, si te parece la responsabilidad de las parcelas de Villaviciosa va a ser de Javier Arenas... Pues podría ser, porque Arenas, cuando tiene delante uno de estos "match-balls", sale en el telediario repitiendo sin convicción alguna una salmodia gris, como si estuviera dando el tema 27 en las oposiciones a registrador de la Propiedad. La evidencia es que el PP no ha conseguido desmontar la falacia de que la izquierda ganó las elecciones en la Comunidad de Madrid. Ganó Esperanza Aguirre. La evidencia es que todo ha sido una venganza por algo tan insólito como exigir el lucro cesante en las corrupciones. La democracia no está en absoluto en peligro: les peligra la posibilidad de que algunos metan la cuchara en el perol... como la han metido siempre. Esto tan fácil no ha conseguido transmitirlo el PP, con su habitual cero en marketing. Ni que los mendas lerendas son corruptos, además, por media pringada. No querían recalificar el estadio Bernabeu ni el Museo del Prado, sino unas parcelitas casposas. Querían una parcela de poder para hacer el negocio con su parcelita. Todo muy cutre. Tan antiguo como el españolísimo "¿qué hay de lo mío?". Los hechos, que no la contundencia del PP para denunciarlos, han puesto las cosas en su sitio. Salvo complicaciones de última hora, a Simancas lo echarán como expulsaron a Pocholo del Hotel Glam. Estamos así de cutres, a nivel de Hotel Glam. Hasta el niño torerito de Suárez tiene algo de Dinio manchego. Esperanza Aguirre va de Yola. Pero el PP no ha conseguido demostrar que ellos no le cortaron la mochila a Pocholo.

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor