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REINO UNIDO

Blair lleva a cabo un ajuste en su Gobierno

Por Eva Pozueco TurabiánTiempo de lectura1 min
Internacional15-06-2003

La dimisión del ministro de Sanidad británico, Alan Milburn, ha desencadenado una serie de reajustes gubernamentales en Reino Unido. El primer ministro, Tony Blair, cubrió la cartera ministerial vacante poniendo a su frente a John Reid, el hasta ahora líder de la Cámara de los Comunes. El anterior puesto de Reid pasará a ocuparlo Peter Hain, ex ministro de Gales.

Tony Blair no se ha limitado ha parchear el agujero que Milburn provocó con su dimisión. El primer ministro británico ha querido, además, crear un nuevo departamento en el Gobierno. El recién nacido Ministerio de Asuntos Constitucionales cobijará en una sola cartera los departamentos de Escocia y Gales. Para su dirección, Blair confiará en un Lord, Charles Falconer. Además, en esta Cartera también estará integrada la oficina de Lord Canciller, la máxima autoridad judicial del país. Por supuesto, con la creación de este departamento los misterios de Escocia y Gales se disuelven. Del panorama gubernamental británico sale Helen Liddell, que estaba al frente del Ministerio de Escocia y Peter Hain, ministro de Gales, es recolocado en los Comunes. Un rápido reajuste en el Ejecutivo y una innovación en los gabinetes que conforman el Gobierno, que no han pasado inadvertidos. Además, los cambios se producen a media legislatura del segundo mandato de Blair como primer ministro. Quizá el airear los departamentos del Gobierno le venga bien al primer ministro británico, cuya popularidad ha mermado bastante en los últimos meses. Si tras la guerra de Iraq los británicos se mostraban más satisfechos con Blair que los primeros días de conflicto, los últimos acontecimientos han vuelto a sembrar el descontento. La posible certeza de que Blair falseara informes que demostraban el material armamentístico en Iraq, no hace ninguna gracia a la población. En concreto, según los datos del sondeo publicado por el Instituto británico Mori, un 54 por ciento de los habitantes de Gran Bretaña está insatisfecho con su primer ministro.

Fotografía de Eva Pozueco Turabián