Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE LA SEMANA

Oportunidades para ser auténticos ciudadanos

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura3 min
España27-04-2003

La ejecución de la sentencia que ilegaliza Batasuna no va a ser fácil: por la complejidad jurídica del asunto y porque, razones aparte, el nacionalismo vasco no lo pone fácil tampoco. El Tribunal Supremo ha publicado el auto por el que ordena la ejecución de la ilegalización de Batasuna, y todo el mundo lo sabe. El Partido Nacionalista Vasco y sus representantes en el parlamento de Vitoria hacen oídos sordos, no ejecutarán nada hasta que esa decisión del Supremo no les sea materialmente notificada. No se muerden la lengua en la defensa del brazo político de ETA, como si la defensa de estos les proporcionara una dosis extra de carácter democrático y de respeto a lo distinto. La ejecución de esta ilegalización no es fácil tampoco porque el grupo parlamentario de Batasuna en el parlamento vasco recibe ya un nombre nuevo, Sozialista Abertzaleak, y el Supremo no especifica si la disolución de Batasuna y de sus grupos políticos afecta a esta heredera suya en el Parlamento vasco. Por otro lado, los radicales no quieren dejar de concurrir a las elecciones municipales de mayo -la pérdida de presencia social que implicaría sería casi mortal para ellos-, pero no pueden concurrir bajo el nombre de Batasuna, ni EH ni HB. A todas luces parece evidente que Autodeterminaziorako Bilgunea (AuB), integrada por antiguos miembros de Batasuna, sea su heredera. La Ley de Partidos prevé que se pueda actuar contra esos trucos con los que intentan esquivar astutamente la acción de la Justicia, pero a un mes de las elecciones, y aunque la Fiscalía General del Estado ya ha solicitado al Supremo que investigue las coincidencias entre AuB y Batasuna, la Justicia debe actuar a contrarreloj y sin la cooperación de los nacionalistas vascos, cosa nada fácil. Aunque pueda resultar que todos los procesos son lentos, las cautelas y procedimientos judiciales hablan bien de un poder que debe velar porque no se vulneren derechos y por restituir aquellos que hayan sido violados. La ilegalización de Batasuna encierra unos debates y proporciona a todos los ciudadanos un campo verdaderamente rico para aprender muchas cosas sobre el funcionamiento de los poderes, la Justicia, los partidos políticos y las instituciones democráticas. Se encuentra además en un escenario cuyo telón de fondo es el problema de la organización territorial del Estado español y las reivindicaciones de los nacionalismos. Es una oportunidad para introducirse en debates que proporcionarían al electorado unos conocimientos con los que profundizar en los motivos por los que vota a un partido o a otro, y criterios para juzgar con más argumentos y capacidad crítica los discursos y actuaciones de los políticos al respecto. Les invitamos desde La Semana a seguir con interés unas elecciones muy especiales de la historia de la democracia, que van a ser decisivas para el futuro del País Vasco, ¡de España entera!, que van a decir mucho sobre los motivos que llevan a los españoles a decidir su voto. Unas elecciones de davides contra goliats, de realidades contra fantasmas, de cifras contra promesas. Les invitamos a ejercer la responsabilidad de ser ciudadanos en una democracia que madura y nos sorprende. Les invitamos a ser auténticos ciudadanos.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo