Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE LA SEMANA

Aprender y educar

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad29-09-2002

Si vivir es un viaje, hay equipajes perfectos para hacer un trayecto feliz. Uno de ellos es la cultura. Lo dicen hasta esos psiquiatras que se desviven para que su especialidad sea la rama más humana de la medicina, como el profesor Enrique Rojas. La cultura trae para su viaje con nosotros dos maletas: la de la experiencia y la de la educación. En ambas se exige un alto interés por parte del viajero, pero también responsabilidad de quien manda construir los trenes, los barcos y los vehículos para viajar... En este caso, la responsabilidad la tiene quien hace las leyes que afectan a la educación, calcula los presupuestos, convoca las huelgas y decide seguirlas. La educación es algo muy serio en lo que todo el mundo debe poner de su parte. Algo fundamental para ser feliz es tener la conciencia bien tranquila y eso, en muchos casos tiene que ver con la moral, una materia que también se aprende. En las últimas semanas han irrumpido en el ambiente científico la noticia de embarazos con óvulos congelados en España. Aunque no son realidades equiparables, la opinión pública pronto se ha acordado de la clonación y de las células madre embrionarias. De nuevo el debate de la vida, su comienzo y sus derechos. Realmente ¿vivir es un arte? En el arte de educar y en la sabiduría de adquirir conocimientos quizás está la respuesta a la supervivencia. Si uno se conoce y se cuida más a sí mismo, se aprende y se ama, tendrá más papeletas en la tómbola de esa deseada felicidad, valorará más a todo y a todos los que le rodean. Si el hombre aprende a amar lo que hace con espíritu de sacrificio, responsabilidad y entrega ¿por qué no va a ser feliz? Dicen los mayores que la vida es la mejor escuela. También es importante saber que en la vida existen profesores, que son los que enseñan, y maestros, aquellos con los que se aprende. Pero tampoco hay que olvidar que todo tiene su precio, que quien quiera madurar -debe hacerlo-, tiene que querer aprender y amar la enseñanza. (PD: A todos, queridos alumnos y queridos profesores, suerte en el nuevo curso)

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo