EL REDCUADRO
De Tánger a ¬Casablanca¬
Por Antonio Burgos2 min
Opinión03-03-2002
No se ha entrevistado con el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, pero se tenía que entrevistar, porque a él es al único español que le come en la mano. No ha tomado el té de yerbabuena con el Rey Mohamed VI, pero tenía que haberse puesto de té hasta la corcha, porque él es el único a quien el monarca marroquino, con lenguaje de vendedor de alfombras del zoco o de la calle Cristianos, le dice: "Yo estar moro amigo de Esbania..." Me estoy refiriendo a Felipe González. Lo hemos estropeado todo, y por culpa de un espía desnortado al Sur del Estrecho, que se creía confidente de "Casablanca" o personaje de novela de Bowles, y se le paró en reloj en Tánger, de modo que se creía aún en la ciudad internacional de los espías de la segunda postguerra mundial, en un Tánger de contrabandos de piedras de mechero, de gramos de penicilina, de relojes Cauny, de plumas Parker y de cuarterones de tabaco de El Cubanito. Urge un curso de reciclado de los espías andorranos que tenemos en Tánger, porque el que ha informado a Fernando Arias Salgado y, por ende, al gobierno de Madrid, por poco llega a la embajada y dice: -- Que he visto ayer a Felipe González con Humphrey Bogart en el aeropuerto de Casablanca. Creo que estaban esperando el avión de Lisboa... Y los títulos hubieran salido igual. Me refiero a los títulos de los desmentidos de la metedura de pinrel. Ya lo estoy viendo en el boletín oficial del polanquerío, en el diario blanco de las listas negras: "Piqué, como no se entera, regadera, difundió el embuste de que González estaba con Bogart en Casablanca". Y debajo, ese sumario: "Aznar dio desde Madrid órdenes a Sam para que la tocara otra vez". Y como la mancha de la mora, y nunca mejor dicho lo de mora, con otra verde se quita, pido solemnemente no sólo que González se entreviste con el rey alauí que te vi, sino que lo nombremos embajador en Rabat. Ya que Marruecos no tiene secretos para él y dispone allí de las mejores relaciones como visitante asiduo, ¿qué mejor embajador? ¿No son los socialistas tan amigos de los marroquíes? Pues dejemos en manos de los socialistas las relaciones con Marruecos, como solemos mandar siempre a un beatón meapilas de embajador a la Santa Sede. Son los únicos que pueden arreglar lo de las pateras y lo de la pesca. Es que ya estoy viendo en el muelle de Barbate, sobre las telarañas de los barcos de la flota pesquera amarrada, el viejo lema escrito en las pancartas: "Felipe, colócanos a tós".
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Antonio Burgos
Columnista del diario ABC
Andaluz, sevillano y del Betis
** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor