ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Discriminación positiva
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad05-03-2006
España camina hacia la igualdad, pero gracias a Dios siguen pariendo las mujeres. Y son ellas las que en la mayoría de las ocasiones se dedican después a cuidar de sus churumbeles. Y en eso salen ganando las madres, pues llevar un inquilino en el vientre durante nueve meses las discrimina positivamente. Los lazos que se han creado entre medre e hijo durante ese tiempo dejan en desventaja al padre -ese sujeto al que un día de estos se llamará progenitor B-. La igualdad va dando pasos pequeños por España, a veces indecisos, otras equivocados, pero avanza poco a poco hacia ese concepto utópico de la discriminación positiva. El tiempo dirá si este pequeño paso de la Ley de Igualdad será un gran paso para esa mitad de la humanidad conocida como el sexo débil. Quizás, más que un paso, sea una torcedura de tobillo, con esguince incluido. De momento, la nueva norma poco hace más que simplemente recomendar: "Si a usted le duele, póngase hielo". Pero la lesión sigue ahí. Para fomentar la discriminación positiva podríamos también recomendar que se prohíba ver las carreras de Fernando Alonso para que la gente no corra en las carreteras; mandar una paloma mensajera al encuentro de las aves migratorias que vienen de África para trasmitirlas un mensaje rotundo: "Pasad de largo de la España del talante"; o pedirle perdón al estanquero que pierde dinero por la Ley Antitabaco por hacer botellón en la puerta de su establecimiento. Drogas peores se consumen, como torres más altas han caido, diría el defensor utópico de la discriminación positiva. Menos mal que las mujeres tenemos de momento la oportunidad exclusiva de parir monstruitos. Tiempo al tiempo.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo