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BALONMANO

Portland: el poder de la veteranía

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes26-04-2003

El proyecto deportivo del Pórtland San Antonio se caracteriza, en las últimas temporadas, por la solidez y la competitividad, cimentadas en un conjunto plagado de jugadores veteranos: cuatro de ellos –Richardson, Iakimovic, Kisselev y Urdiales– superan los 33 años.

El San Antonio de Pamplona es uno de los clubes históricos de la ASOBAL, aunque en las últimas temporadas se ha destacado por la habilidad para repescar a jugadores descartados por otros clubes y pescar a figuras mundiales. Este último es el caso del francés Jackson Richardson, cuya creatividad ha impulsado el ataque del equipo que entrena Francisco Javier Zupo Equisoain. El esqueleto del equipo lo componen jugadores contrastados: el bielorruso Mikhail Iakimovic, que atesora un potente disparo lejano; el extremo Santiago Urdiales; el ruso Oleg Kisselev, que aporta contundencia a la defensa, y Mateo Garralda, pieza durante años del Dream Team que construyó Valero Rivera en el Barcelona. El cubano Vladimir Rivero se ha asentado en la portería, toda vez que Hombrados fichó por el Ciudad Real, mientras que jugadores como Juancho Pérez y el serbio Nedeljko Jovanovic aportan equilibrio y completan el poderío físico del equipo navarro. La juventud la aportan el extremo Javier Ortigosa, de 21 años, el pivote Víctor Aldunate, de 20, y el portero Xavier Casas, aunque estos jugadores disponen de minutos, principalmente, como relevo de sus compañeros. El Portland ha accedido a su segunda final de la Liga de Campeones después de apear a su verdugo en la edición anterior, el Fotex Vezsprem húngaro, en semifinales. El pabellón universitario de Navarra fue un fortín en la ida, para imponerse por 28-20; en la vuelta tan sólo debió defender su ventaja, en la vuelta al perder por 26-30. Su rival en la final, el Montpellier, se deshizo del Prule de Liubliana, que le ganó por 29-27 en la ida, pero sucumbió por seis goles (23-29) en la vuelta. El Magdeburgo, vigente campeón, fue la víctima de los navarros en cuartos: la ida se resolvió por 26-22, y la vuelta, disputadísima, se saldó con un empate a 34 goles. El Portland había pasado líder del grupo B en la liguilla, en la que compitió contra el Kolding danés, el Pallamano italiano y el Donetsk de Ucrania.