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UNIÓN EUROPEA

Schröder y Blair, blancos del descontento popular en sus países

Por Eva Pozueco TurabiánTiempo de lectura1 min
Internacional23-05-2004

Esta semana, el pueblo quería hacerse oír, llegar hasta los oídos de aquellos que realmente pueden mejorar sus situaciones. Para ello utilizaron métodos poco ortodoxos pero efectivos, ya que los medios de comunicación se hicieron eco de los mismos.

El canciller alemán, Gerhard Schröder, acudió a una fiesta organizada por el Partido Socialdemócrata alemán. (PSD) en la ciudad de Mannheim. El partido celebraba así la llegada de las futuras elecciones europeas. Un varón de 52 años de edad se abalanzó hasta el canciller Schröder para propinarle una bofetada. La policía que le detuvo cree que este maestro en paro quiso manifestar su furia y descontento ante la situación en la que vive, pero aún tienen que esclarecerse los hechos. Lo más curioso es que este hombre ingresó en las filas del partido PSD hace penas unos meses. El partido piensa querellarse contra el sujeto, que logró burlar la seguridad que siempre rodea a Schröder, muy dado a firmar autógrafos y estrechar las manos de los simpatizantes que acuden a sus actos. Días más tarde, el primer ministro británico, Tony Blair, recibía el impacto de un objeto lanzado desde la tribuna del público de la Cámara de los Comunes durante una reunión parlamentaria. La Cámara se desalojó, la reunión se aplazó y el colectivo de Padres por la Justicia se señaló como responsable. Representantes del mencionado colectivo se encontraban entre el público y lanzaron a Blair un globo con una sustancia inofensiva que manchó su traje de color violeta, el color de la igualdad, tal y como manifestaron los dos detenidos como responsables del suceso.