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La coalición se dice fuerte en momentos difíciles

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional25-04-2004

Los marines de la primera división de Camp Pendelton se desplazan a Iraq a finales de este mes. La semana pasada, el senador John McCaine aclaraba el número de soldados necesarios: 10.000.

Estas tres semanas pasadas han sido las más difíciles de toda la ocupación. Para EE.UU., enviar refuerzos sería la solución a la revuelta que viven algunas ciudades del país. Pero esto es algo que no harán. Un día después de haber sido investido como presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero declaró que "las tropas desplegadas en Iraq volverían lo antes posible". El plan de vuelta a casa, de cuya existencia habló el nuevo ministro español de Defensa, José Bono, prevé el regreso de las tropas en unos dos meses. Esta "vuelta a casa" de los 1.432 militares españoles ha contagiado a otros miembros de la brigada multinacional Plus Ultra, en concreto, a Honduras y a la República Dominicana. Que España deje de formar parte de la brigada Plus Ultra reduce a algo más del 50 por ciento el número de hombres de estas tropas, pues hoy se componen de 2.732. La retirada de hondureños y dominicanos ampliaría esta proporción, pues ambos países mantienen 368 y 302 hombres respectivamente. Estas decisiones hacen pensar a otros miembros de la coalición sobre su estatus de ocupante. El jefe de Gobierno polaco, Leszek Miller, dijo: "no podemos ignorar que dejen Iraq". Sobre todo, cuando él mismo declaró el 19 de marzo pasado que la Administración Bush le había "engañado" sobre las razones por las cuales ser un miembro más de la coalición que declaró la guerra a Iraq. Otro país miembro de la coalición, Tailandia, se enfrentó esta semana pasada a su rol de ocupador y dio como respuesta que sus soldados se retirarán sólo si están en peligro. Ucrania lo mismo hizo con igual resultado, aunque las primeras quejas de diputados ucranianos se pudieron escuchar ante la permanencia de las tropas. Tras el comienzo de este mes, la situación es especialmente difícil en Iraq. El presidente de EE.UU. dice que son "momentos duros". El Ejecutivo plantea enviar refuerzos y evita que su opinión pública vea a través de sus medios de comunicación cómo se celebran los entierros de soldados estadounidenses que mueren en Iraq. El miedo al fantasma de Vietnam se deja ver en algunas de las decisiones de la Administración Bush sobre Iraq. En ese país existen ciudades que esperan ataques de la coalición. Ciudades como Nayaf siguen siendo territorio hostil hacia las tropas ocupantes tras la revuelta desatada hace unas tres semanas. En este contexto, los refuerzos que exige la situación actual no serán ni filipinos, ni tailandeses y, por supuesto, ni españoles, hondureños o dominicanos. Una pérdida de coaligados poco importante, pues el portavoz de la Casa Blanca, Scott Mclellan, aseguró el pasado miércoles, que "la coalición permanece fuerte y sólida en su determinación".