Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

TERRORISMO

ETA pretendía cometer una masacre en la Avenida de América de Madrid

Por Cristóbal CabezasTiempo de lectura1 min
España05-03-2004

Los terroristas Gorka Vidal e Izkur Badillo tenían previsto cometer el ataque "en una zona no determinada de la Avenida de América", según informaron fuentes jurídicas. Estas fuentes, explicaron que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ordenó el ingreso en prisión incondicional de Beñat Barrondo, detenido en Llodio (Álava) por su vinculación con los dos presuntos etarras. El magistrado también ordenó prisión incondicional para Vidal y Badillo.

El juez acusa a Barrondo de pertenencia a banda armada, tentativa de estragos y conspiración para el asesinato, y le atribuye también haber participado en los planes para atentar contra torres de suministro eléctrico en Madrid coincidiendo con la boda del Príncipe del próximo mes de mayo, así como el intento de colocar explosivos en la estación de esquí de Baqueria-Beret. A Vidal y a Badillo también les imputa los mismos delitos, además de tenencia ilícita de explosivos. Andreu acusa a Barrondo de adquirir los teléfonos móviles que utilizaron Vidal y Badillo para comunicarse entre ellos y de conseguir el plano de Madrid con el que iban a determinar el lugar exacto donde iban a hacer explotar el artefacto. Además, habría realizado labores de recopilación de información y vigilancia de posibles objetivos. De este modo, dio datos al ex jefe militar de ETA Gorka Palacios de un croquis de un parking ubicado cerca del cuartel de la Guardia Civil de Llodio, trato de recabar datos sin conseguirlo sobre Carlos Urquijo y se ofreció a conseguir una llave para acceder al garaje que se encuentra bajo el cuartel del Partido Socialista de Euskadi (PSE)de Llodio. A Vidal y Badillo, Andreu les atribuye también la planificación de atentados contra el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, un funcionario de prisiones, un cuartel militar de Jaca, una furgoneta de Ertzaintza en Amorebieta, una escolta de la Guardia Civil, a un camión de explosivos o contra un concejal PSE en Basauri.