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Acuerdan una Constitucional provisional, pero posponen su firma a causa de las exigencias chiíes

Por Chema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional07-03-2004

El Consejo de Gobierno iraquí llegó a principios de la semana pasada a un acuerdo sobre el borrador de la Constitución que estará en vigor de forma provisional hasta que la futura Asamblea surgida en elecciones apruebe un texto definitivo. A pesar de ello, la firma de la Ley Fundamental, inicialmente prevista para el miércoles de la semana pasada y posteriormente para el viernes, quedó aplazada indefinidamente debido a las objeciones planteadas a última hora por los representantes de la comunidad chií, el grupo religioso con más peso en Iraq.

El desenlace provisional no fue más que el resultado lógico de las enormes dificultades que se plantearon durante los varios días de arduas negociaciones. Los chiíes se descolgaron en el último momento –con el texto ya consensuado- con una sugerencia que fue calificada como “inaceptable” por los representantes de la comunidad suní. Los primeros solicitaron la creación de una presidencia colegiada de cinco miembros, tres de ellos de credo chií (en vez de la de tres miembros acordada en un principio), como constatación de su peso en el país. El otro gran asunto de discordia fue una cláusula introducida por los kurdos mediante la que garantizaban que la Constitución no saldría adelante si es rechazada por dos tercios de votantes en tres provincias. De este modo, los kurdos se aseguraban de que sus tres provincias -Dohuk, Erbil y Suleimaniya- tendrían en conjunto derecho de veto sobre la Constitución. Algunos sectores chiíes también se opusieron a ello. Los atentados del martes de la semana pasada en contra de esta última comunidad que causaron más de 180 muertos provocaron un primer retraso en la firma del documento. El Consejo de Gobierno decretó tres días de luto durante los cuales no consideraron conveniente festejar cualquier tipo de ceremonia. La Casa Blanca atribuyó a “baches en el camino” el aplazamiento de la rúbrica de la nueva Constitución y aseguró que la transferencia de poder a los iraquíes seguirá los plazos previstos. “No es raro que cuando una sociedad trabaja para construir instituciones democráticas haya baches en el camino”, manifestó a la prensa el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. “Seguimos avanzando hacia la transferencia de poder en el plazo previsto”, añadió. El Consejo de Gobierno, formado por trece chiíes, cinco suníes, cinco kurdos, un turcomano y un cristiano, tiene previsto reunirse a lo largo de esta semana para continuar con los debates. Lo más destacado de la nueva Carta Magna acordada por el Consejo de Gobierno iraquí es el hecho de que reconocerá al Islam como una de las fuentes -que no la única, como proponían algunos sectores- de la legislación y concederá cierta autonomía a la minoría kurda. “El Kurdistán seguirá siendo autónomo hasta que un gobierno elegido decida sobre esta cuestión estratégica”, explicó Mahmud Osman, miembro del Consejo de Gobierno, al salir de la reunión en la que se acordó el texto. Osman precisó asimismo que el resto de provincias iraquíes tendrá libertad para poner en marcha sus propios sistemas de gobierno local. La cuestión de la Presidencia del país fue otro de los puntos álgidos del debate. Finalmente, se decidió que haya un presidente y un primer ministro.