BALONMANO

Mislata revalida el título

Por Froilán Mora1 min

Deportes29-02-2004

Los equipos de Valencia confirmaron su potencial en la Copa de la Reina de balonmano. Así, el podio del torneo lo coparon el Mislata en lo más alto, el equipo de L'Eliana segundo y el anfitrión, el Elda de Alicante como tercer clasificado, en detrimento del Sagunto, que perdió la final de consolación.

El camino hacia la final fue duro. Arrancó en los cuartos de final, ronda en la que las chicas del Mislata se deshicieron del Mar Alicante por 32-21 en un partido que decidió la portera de las primeras, Jane Halen, a la postre mejor jugadora del torneo. Con un tanteo bastante más ajustado, 31-30, venció Sagunto a las donostiarras del Akaba Bera Bera. Las jugadoras del Elda no encontraron demasiados problemas para deshacerse del Vicar de Almería, al que vencieron 23-18. Por último, para completar el pleno valenciano, el Mar Valencia daba una lección de buen hacer en el contraataque para vencer al Itxako de Estella por 30-24. Las dos semifinales fueron similares, ya que ambas estuvieron carentes de emoción, pues los finalistas fueron muy superiores. En el primero de los dos partidos, el Valencia apabulló al Sagunto, que vio cómo se le negaban las oportunidades de vencer desde el primer minuto, con demasiadas pérdidas de balón en ataque y errores defensivos que las llevaron al estrepitoso 38-23 final. La segunda semifinal, la que enfrentaba a las vigentes campeonas y al Elda, se decantó del lado del Mislata, que prácticamente no cometieron ningún fallo y acabaron imponiéndose por 21-32. El tercer y cuarto puesto lo disputaron Elda y Sagunto. Vencieron las primeras, que dieron una gran alegría a los más de 2.500 aficionados que apoyaron a las anfitrionas. Las pupilas de Ángel Sandoval ganaron por 35-20. La final se decantó del lado del Mislata, que consiguió rápidamente una ventaja cómoda y la supo mantener durante el resto del partido. Las jugadoras del Osito L'Eliana pudieron maquillar el resultado al final y lo dejaron en 32-30, pero nunca tuvieron en su mano dar la vuelta a una final que tuvo siempre un único color, el rojo de las de Mislata.