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CASO JODORKOVSKI

La petrolera rusa Yukos, acusada formalmente por el Gobierno de evasión de impuestos

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura2 min
Economía03-01-2004

Mijáil Jodorkovski tendrá que seguir en la cárcel unos cuantos meses más, por lo menos hasta el 25 de marzo del 2004. Desde allí, el magnate ruso es testigo mudo del hundimiento que ya ha comenzado de su propio imperio, valorado en 8.000 millones de dólares, que él mismo fundó.

La denuncia del Gobierno ruso de evasión de impuestos amenaza claramente el futuro del mayor productor ruso de petróleo. El 25 de octubre del 2003 la fiscalía rusa ordenaba el ingreso en prisión del entonces presidente de la petrolera Yukos, Mijáil Jodorkovski, acusado de una posible evasión de 557 millones de dólares en impuestos, malversación de bienes ajenos y falsificación de documentos oficiales. Jodorkovski llevaba ya tiempo en el punto de mira del Kremlin y de su presidente, Vládimir Putin, al presentarse como un futuro serio oponente para las elecciones rusas. Tras la detención, surgió la polémica acerca de la legalidad o no de ésta. Mientras tanto, Jodorkovski, en la cárcel, se veía obligado a dimitir como presidente de Yukos y prometía apelar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Simon Kukes, un estadounidense de origen ruso, se hizo entonces cargo de la empresa y se comprometió a tratar de sacarla adelante. Pero ahora el gobierno ruso ha convertido sus constantes presiones en denuncia formal y el futuro de la empresa se ensombrece. El Ministerio de Hacienda ruso asegura haber llevado a cabo una investigación con resultados claros y acusadores y reclama a la petrolera rusa Yukos el pago de 98.000 millones de rublos (2.640 millones de euros) en concepto de impuestos impagados en el 2000. Se la acusa de "haber registrado artificialmente operaciones a través de organismos creados especialmente con este fin y con sede en regiones rusas y en ciudades que, de forma ilegal, ofrecían reducciones fiscales". Además, a principios del mes de diciembre Yukos fue amenazada con una factura fiscal por la cual la petrolera y sus filiales habían dejado de pagar alrededor de 150.000 millones de rublos (4.000 millones de euros) en impuestos durante los últimos seis años. La petrolera Yukos sigue proclamando su inocencia y anuncia que se defenderá de las acusaciones en los tribunales.